Competencias clave

Raquel Simón
Área de conocimiento
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El mundo está cambiando, como siempre, pero parece que ahora tan deprisa que en una misma vida podemos tener la sensación de haber vivido varias. El desarrollo tecnológico es tan vertiginoso, que es difícil imaginar que trabajos habrá en un futuro próximo. En este contexto que es político, social y económico, surge la necesidad de formar (no educar) de otra manera. La necesidad de impulsar las competencias claves viene dado por la realidad económica de una potencia que quiere emerger, Europa, y que para buscar su sitio, tiene que dar preponderancia a la sociedad del conocimiento. Tenemos que ser los generadores de ideas mundiales, de esta manera no habrá competencia con el desarrollo técnico de los Estados Unidos y con la mano de obra capaz de hacer todo a bajo precio de Asia.

En este nuevo orden mundial y como no podía ser de otra manera, porque históricamente Europa ha sido cuna e impulso del desarrollo, se apuesta por una sociedad competente y adaptable al nuevo panorama mundial y por tanto a las nuevas reglas de juego del trabajo. Esta adaptación debe hacernos capaces de formarnos durante toda la vida porque el mercado laboral se avecina muy cambiante. Es verdad que en el panorama mundial la globalización , la interculturalidad, internet, el uso de la información han cambiado drásticamente nuestra visión estática de todo.

Sin entrar en el debate de la finalidad de la educación, creo que las competencias claves son un mejor paradigma educativo, que nos prepara para afrontar las futuras dimensiones de nuestra vida.

Un problema para mi, es que yo, profesora de secundaria, estoy inmersa en el cambio de paradigma y adquiriendo conscientemente cada día las competencias claves que como profesora necesito para enseñarlas.

Desde esta nuevo enfoque no tiene sentido la enseñanza por asignaturas, debería ser por competencias y por tanto interdisciplinar. Eso supondría una verdadera revolución en las aulas y quizás un acercamiento más real al nuevo paradigma. El cambio no sería solo en las aulas, tiene que ser en la organización de los centros, en el ratio de alumnos, en los medios reales, en la formación del profesorado (se necesitan expertos, no autodidactas). Sinceramente creo que una ley no cambia los modelos de pensamiento y de actuar si no va seguida de una formación seria de los docentes y unos medios adecuados.

Se están haciendo intentos de metodologías diferentes, como el proyecto europeo de “Enseñanza de las ciencias a través de controversias sociocientíficas”, cuyas actividades he aplicado varias veces en el aula. La enseñanza bilingüe, que exige hacer más hincapié en competencias claves que en contenidos. El aprendizaje cooperativo como contenido en las aulas y no entendido como mera dinámica de grupos, también puede ayudar. Educar en competencias es una labor de equipo, no de un solo docente. Requiere una inversión económica y por supuesto en este país, un pacto de Estado. No se pueden seguir usando las leyes educativas como forma de control del partido de turno.