COMPETENCIA CLAVE. SENTIDO DE LA INICIATIVA Y ESPÍRITU EMPRENDEDOR

Esta competencia está muy relacionada con la transformación de las ideas en actos. Factores como la gestión de proyectos, la creatividad, la innovación o la asunción de riesgos entre otros están recogidos en ella, y tanto la iniciativa como el emprendimiento, vienen a poner de manifiesto la necesidad de trabajar en ellos y fomentarlos de manera que nos ayuden a tener una conciencia ética ante aquello a lo que debemos enfrentarnos.

En cuanto al desempeño que ha de hacerse de la misma, se entiende en términos de conocimientos, destrezas y actitudes.

Dentro de los conocimientos debemos tener en cuenta el reconocimiento de las oportunidades que existen para llevar acabo actividades en planos tan diversos como el personal, el profesional o el comercial; así como el conocimiento del propio funcionamiento de las diversas instituciones y de la postura ética que hemos de tener ante las mismas.

En lo referente a las destrezas, debemos dar como necesarios una serie de factores entre los que cabría destacar la planificación, análisis, capacidad de liderazgo y negociación de forma que ambas resulten efectivas. Así también, evaluación y asunción de riesgos, y capacidad de colaboración en equipos a la hora de perseguir un fin común.

El punto final de las actitudes nos lleva a reflexionar acerca de nuestra propia actuación tanto a nivel público como privado, y al grado de motivación y determinación que debemos tener con el fin de perseguir unas metas tanto en el plano laboral como en el personal.

COMPETENCIA CLAVE. COMPETENCIA DIGITAL

Esta competencia exige de nuestra parte un esfuerzo importante para comprender y aprovechar todos los recursos que debido a los fulgurantes cambios tecnológicos hemos de manejar para la mejora de nuestra vida diaria en todos los ámbitos.

En cuanto a su desempeño exige por nuestra parte un adecuado conocimiento de aquellas herramientas que han de servirnos como andamiaje en nuestra vida diaria en niveles distintos como pueden ser el personal, el social o el privado.

Por otro lado, el uso que hagamos de la información va a determinar que nuestras destrezas se desarrollen correctamente en el tratamiento de la misma, ya que hemos de desarrollar una capacidad discriminatoria para no perdernos en la ingente cantidad de información que está al alcance de nuestra mano con tan sólo pulsar un botón.

Por último se nos presupone una actitud crítica que favorezca la canalización de todo los conocimientos y habilidades que podamos adquirir y el uso responsable que podamos hacer de él.