Soy profesora de Bachillerato y desde hace unos años trabajo contenidos de educación financiera con mis alumnos. Estoy totalmente de acuerdo con la necesidad de que nuestros alumnos adquieran en las aulas conocimientos y competencias que necesitarán en su vida futura con un cien por cien de seguridad.

Lo que me asombra es que esta necesidad de la educación financiera parece haberse descubierto recientemente, cuando ya hace 45 años el profesor Jose Luis Sampedro decía lo siguiente:

“Es un hecho que el alumno de enseñanza media sale de las aulas conociendo , por ejemplo , lo que es la calcopirita, pero sin haber recibido la menor información sobre lo que es un banco. A pesar de que indudablemente (sin la menor intención de menospreciar a la calcopirita) es casi seguro que ese alumno habrá de recurrir a algún banco durante su vida, siendo en cambio poco probable que le afecte algo relacionado con la calcopirita”.

José Luis Sampedro.

Puede que sea recurrente citar estas palabras del profesor Sampedro, pero creo que pocos han sabido expresar con tanta claridad y sencillez la idea de educar a los alumnos en competencias financieras.

Actualmente, impartir de forma transversal los contenidos financieros en las asignaturas resulta difícil, pues no puedes dedicar el tiempo necesario. A esto se le une los medios técnicos en los centros de enseñanza, que están lejos de ser tecnologicamente eficaces.

Por mi parte, tengo el empeño e ilusión de seguir trabajando estos contenidos con mis alumnos.