Ensayo crítico: Las Competencias Clave. De las Corrientes Europeas a la práctica docente en las aulas

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ENSAYO CRÍTICO

LAS COMPETENCIAS CLAVE:DE LAS CORRIENTES EUROPEAS A LA PRÁCTICA DOCENTE EN LAS AULAS

Autor

Francisco Javier Masero Suárez

 

 

Tras leer el documento, son varios los aspectos que me gustaría abordar en estas líneas. Para empezar, es algo más que obvio que las Competencias Clave suponen un nuevo reto a la hora de enfocar la educación, pasando de una concepción estática de la enseñanza basada en la adquisición de conceptos, a una más dinámica, fundamentada en las competencias entendidas como desempeño, más en consonancia con los tiempos actuales. En mi opinión, es algo bastante patente entre el profesorado que muchos de los docentes se resisten al cambio, por varias razones: en primer lugar, muchos profesionales de la enseñanza llevan mucho tiempo enseñando en base al modelo tradicional y les resulta muy difícil cambiar su forma de llevar a cabo su labor docente; por otra parte, también existe la equivocada idea de que con un cambio de gobierno se volverán a cambiar las políticas educativas, y por ende el modelo basado en competencias. Esto vuelve a ser un nuevo error, ya que las Competencias Clave vienen establecidas desde el marco de la Unión Europea y, por tanto, no cambiarán aunque cambie el gobierno.

También resulta un poco frustrante el hecho que provocó el cambio de Competencias Básicas a Competencias Clave. Cuando en los claustros estaban más que asimilados los distintos tipos de competencias, se pasa de una forma de clasificarlas a otra. Esto, que a priori no parecía que iba a suponer muchos cambios, creo que, en esencia, ha provocado grandes errores a la hora de programar. Por ejemplo, en el caso del tratamiento de la información, siempre ha estado asociada a la competencia digital, cuando en la organización por Competencias Clave se incluye dentro de la competencia de aprender a aprender.

En cuanto a mi labor docente, creo que cambiará en varios aspectos. En primer lugar, como especialista del área de Educación Física, estoy muy descontento con el enfoque que se le ha dado a las competencias, primando unas sobre otras y no teniendo en cuenta otras. Por ejemplo, los docente de mi ámbito no entendemos cómo en una sociedad cada vez más sedentaria, donde el deporte está pasando a ser un medio indispensable para mantener la salud y mejorar la calidad de vida, no se haya contemplado el incluir la competencia motríz entre las Competencias Clave. El hecho de tener tan poco tiempo disponible en nuestro área (tres horas en Educación Primaria y dos en Secundaria), nos obliga a enfocar nuestra tarea al trabajo físico. Si a eso tenemos que unirle que debemos trabajar ocho Competencias más, la tarea se vuelve imposible.

Estoy muy de acuerdo con Tiana (2011) en que se deben dar unos requisitos previos para que existan mejoras en el sistema educativo con este nuevo planteamiento teórico. En mi opinión, es fundamental realizar una formación adecuada del profesorado y realizar cambios profundos a nivel estructural. Ya no tiene sentido organizar el horario del alumno por áreas, sino que debería realizarse una verdadera revolución estructural, que permitiera el que el trabajo por proyectos y el trabajo por competencias tuviese cabida en el aprendizaje del alumno. Desde mi punto de vista, esto es más sencillo conseguirlo en Educación Primaria que en Secundaria, ya que no requiere tanta coordinación del profesorado como en el segundo caso. En los niveles intermedios de la educación (Educación Secundaria, Formación Profesional), creo que se conseguiría en parte si pudiésemos estructurar dentro del horario una hora diaria para integrar el trabajo de las áreas y poder trabajar por proyectos de una manera continuada.

El trabajo por Competencias Clave sí que está más en consonancia hacia lo que demanda el mercado laboral y la Formación Profesional. Estoy de acuerdo con el estudio de la Comisión de las Comunidades Europeas (2008), en el cual apoya la idea de que tiene más peso en la sociedad actual el uso de competencias (lingüísticas, interculturales y empresariales avanzadas) que el aprendizaje de áreas específicas de conocimiento. En una sociedad tan cambiante como la actual, queda claro que lo más importante es la capacidad de adaptación del individuo al entorno, por lo que será fundamental enseñar en términos de desempeño que en términos de conocimientos.

En definitiva, considero que en esta nueva etapa educativa las administraciones educativas deberán plantear una verdadera revolución del sistema educativo, adecuando las estructuras temporales y organizativas a las nuevas demandas de la sociedad. Si la sociedad ha cambiado sustancialmente en las últimas décadas, no podemos seguir enseñando de la misma forma que lo hacíamos hace 50 años. Necesitamos de un cambio en la mentalidad del profesorado, apoyado en un nuevo impulso a la formación, que permita que sean partícipes del proceso y que se involucren de forma directa en estos cambios. Hacer protagonista al profesorado del aprendizaje de Competencias Clave será la clave para que este nuevo paradigma educativo llegue a tener éxito.