Dispositivos móviles y clase invertida

En Matemáticas tenemos la clase muy bien montada. Mis explicaciones teóricas, mi libro con las actividades y los ejercicios resueltos, mis explicaciones magistrales y posiblemente alguna fotocopia con más ejercicios que tengo desde los años que me preparaba las oposiciones.
Además como tengo unos criterios de evaluación que cumplir, y además el selectivo me está indicando que mi forma de impartir la materia es la más adecuada, pienso que no debo cambiar mi metodología, es mi alumnado el que se tiene que adaptar a la materia, además la calculadora está prohibida en el primer ciclo de la ESO, no vaya a ser que luego no sepan hacer una división de cabeza.

Pues sí, este tipo de profesorado de Matemáticas no está en un museo de prehistoria, desgraciadamente es más habitual de lo que nos gustaría en nuestra aulas, sobretodo por mi comunidad. De hecho el currículum está de su parte, y mientras que los legisladores no cambien el marco legal, va a ser muy complicado introducir un cambio de metodología en nuestras aulas de Matemáticas.

De todas formas hay mucha gente que ya se plantea que así no pueden seguir las cosas e intenta modernizar las clases. Hace algunos años, en una conferencia de Dolors Reig, comentó lo siguiente.
Había una profesora que le dijo que no quería saber nada de ordenadores ni nuevas tecnologías, que como ella impartía las clases y como hacía las explicaciones, no hacía falta ninguna tecnología. Dicho esto, la ponente le preguntó, 
- ¿y porqué no graba sus explicaciones para que así podamos disfrutar todos de ellas y no sólo su alumnado?
- Pues porque no sé.
- ¿Y no ha pensado que delante suyo tiene a toda una clase dispuesta a ayudarla?

Casos como este hacen que profesores de gran calado se planteen cosas, y aunque sea por probar empiecen a tirar del hilo de las tecnologías y las incorporen a sus clases haciendo un buen uso. Ese hilo del pantalón o de la blusa, que empiezas a tirar de él y cuando te das cuenta ya te has descosido media prenda, pero necesitas tirar más, más y mas.

Un caso así podría suponer los inicios de la clase invertida, y por supuesto, gracias a los dispositivos móviles sería posible obtener rápidamente grabaciones. Ahora bien, una vez se empieza y se investiga por el camino de los materiales digitales, los recursos tecnológicos y las nuevas metodologías como el aprendizaje basado en proyectos, ya no hay vuelta atrás.

De todas formas, espero que aprovechando la nueva reforma educativa, los currículos se decanten por actividades creativas y de investigación, y por metodologías diferentes con unos criterios de evaluación adecuados, para que de alguna forma el profesorado tenga que incorporar las tecnologías en el aula.