1.1

Ana González
Ezagutza arloa
Hezkuntza testuingurua
606 Bisitak
Partekatu

Tal y como afirma el artículo, estoy de acuerdo en el origen internacional de las competencias clave. Dichas competencias son fruto de un consenso de capacidades que deberíamos estimular en nuestro alumnado para su mejor desarrollo.

 

Las orientaciones de la Unión Europea insisten en la necesidad de la adquisición de las competencias clave por parte de la ciudadanía como condición indispensable para lograr que los individuos alcancen un pleno desarrollo personal, social y profesional que se ajuste a las demandas de un mundo globalizado y haga posible el desarrollo económico, vinculado al conocimiento. 

 

Creo que son fruto del cambio que sufre nuestra sociedad, pero no creo que sea algo tan novedoso y que no se haya hecho antes con otro nombre u otra forma de abordarlo. Esta claro que las nuevas demandas de la sociedad hacen necesario que formemos a nuestros alumnos en esta línea.

 

¿Son estas competencias el “mismo perro con distinto collar”? Puede ser… como digo, estoy se venía trabajando mucho antes de que se desglosaran las competencias de este modo. Asimismo me surge otra dudad de cambio de nombres y de “collares”, estas son las competencias que establece la ley vigente LOMCE:

 

  1. Competencia en comunicación lingüística.
  2. Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología.
  3. Competencia digital.
  4. Aprender a aprender.
  5. Competencias sociales y cívicas.
  6. Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor.
  7. Conciencia y expresiones culturales.

 

Con la anterior ley, la LOE, no se refería a competencias clave, sino a competencias básicas y eran las siguientes:

 

  1. Competencia en comunicación lingüística
  2. Competencia matemática
  3. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico
  4. Tratamiento de la información y competencia digital
  5. Competencia social y ciudadana
  6. Competencia cultural y artística
  7. Competencia para aprender a aprender
  8. Autonomía e iniciativa personal

Esto sí me parece claramente el “mismo perro con distinto collar” y el punto al que quiero llegar es que continuamente estamos cambiando de nombres, leyes, etc. cuando “todo” sigue siendo lo mismo. Con “todo” me refiero a nuestro trabajo como docentes, al trabajo directo con nuestros alumnos en el aula. Creo que no es tan importante ver si en una actividad trabajamos una competencia u otra y en qué grado, sino que hemos de centrarnos en que son orientaciones generales, para mi forma de pensar, obvias, y que aunque no fueran competencias clave y viniesen así desglosadas, trabajaría igualmente a diario en el aula en su totalidad a lo largo de las distintas unidades didácticas que llevamos a cabo a lo largo del curso escolar. Por lo tanto, no creo que modifique o condicione mi trabajo en el aula. Es algo que es implícito a la sociedad en la que vivimos y a las enseñanzas que transmitimos a diario a nuestros alumnos. Lo que afecta más a la práctica docente es tener que perder el tiempo completando cuadros o creando programaciones diciendo en qué actividad concreta trabajas cada competencia y cómo.  El trabajo con las competencias me parece mucho más global que todo eso.