Recientemente he podido leer varios artículos sobre este nuevo método de enseñanza denominado flipped teaching. Realmente, y tras mucho reflexionar sobre la cuestión, creo que es muy positivo para el alumno/a poder obtener este tipo de enseñanza porque además de propiciar la autonomía didáctica, motiva el famoso "aprender a aprender" que tanto nos interesa desde el punto de vista funcional.

No obstante, y con base a mi experiencia, no muy prolongada la verdad pero densa en cuanto a variedad, he podido observar que lamentablemente es fundamental el contexto ( como todo en la enseñanza) para su éxito.

Así , tras varios años enseñando en el primer ciclo de Enseñanza Secundaria Obligatoria, en mi humilde opinión he podido observar que el alumnado aún no tiene la madurez no solo física, sino además mental para poder desarrollar, adquirir y profundizar este tipo de enseñanza. La capacidad de atención es difícil en el aula, cuando estamos "cara a cara"; pensemos en ellos solos viendo un tutorial, etc sobre cualquier otra cuestión.

No obstante, debemos ser flexibles, y personalmente creo en que sí podemos ir abriendo camino en ellos, pues son el futuro. De ahí que sí podamos ir "tanteando el terrero" con algunas actividades en las que tengan que observar vídeos, secuencias, y alguna que otra explicación, pero eso sí, breve y con un cuestionario muy guiado con preguntas abiertas, tipo test, etc.

Esto sí propiciaría, si hay un resultado positivo en general, que el alumno/a tenga amplitud de miras de cara al futuro y entonces una vez se haya desarrollado a nivel mental, podamos llevar a cabo la enseñanza invertida, hacer de la clase un verdadero hervidero de preguntas interesantes , debates, reflexiones; en definitiva: una CLASE.