La Unión Europea ha realizado un gran trabajo para conseguir una cooperación más intensa de sus Estados miembros en materia de enseñanza, convencidos de que una igualdad entre sus ciudadanos pasa por una educación de Calidad para todos ellos. Una de sus acciones más importantes fue la definición de las Competencias Clave derivadas de la Estrategia de Educación y Formación 2010. El trabajo sobre la conceptualización de la Competencias Clave, la definición, cuáles eran y cómo debían implantarse han supuesto para todos los centros educativos de Europa y su profesorado una necesidad de cambio en el modelo educativo y en el diseño de las metodologías empleadas para su desarrollo. Los continuos cambios sociales hacen necesario un replanteamiento educativo y nuevos enfoques que respondan de manera adecuada a esos cambios. Se han producido modificaciones legislativas, se han planteado mecanismos de reforma, pero la formación docente ha sido insuficiente. Las propias leyes educativas han sido deficitarias y han conseguido confundir más al docente. Con la LOE aprendimos a programar no por competencias, sino introduciendo un nuevo apartado a la programación que ya hacíamos, añadiendo qué competencias se trabajaban según qué actividades. Ya con la LOMCE el término competencia hace referencia a un nuevo enfoque sobre cómo desarrollar procesos de aprendizaje más eficaces tanto en la escuela como fuera de ella, dando de esta manera respuesta educativa a la sociedad contemporánea. El problema ha surgido principalmente en su implantación en nuestro sistema educativo. La formación del profesorado ha sido insuficiente, pocos recursos económicos para su puesta en práctica. Los docentes partimos de buenas intenciones, que se quedan en eso, pues nos sentimos perdidos y desorientados... Necesitamos estrategias que canalicen todo este proceso y poder llevar a cabo ese esperado cambio en nuestra forma de proceder. Debemos centrarnos en el alumnado, trabajar por y para ellos, comprender que están inmersos en una sociedad en continuo cambio, una sociedad plural. Urge un cambio metodológico que atienda a las nuevas demandas. Consideramos que es necesario cambiar aspectos que comiencen por una transmisión adecuada del concepto de las competencias clave para ayudar a comprender que no se trata de un mero cambio terminológico, sino que supone una manera nueva de que las personas afronten su aprendizaje, de forma más acorde a las características de la sociedad actual. Este cambio paradigmático no puede llevarse a cabo con eficacia si no se transmite adecuadamente a todos los implicados en el sistema educativo; esto es: en primer lugar, los políticos y los técnicos que elaboran los marcos normativos europeos, nacionales y autonómicos; en segundo lugar, especialmente, los docentes y los equipos directivos de los centros. . Estoy de acuerdo con autores como Bolivar(2008); Gimeno Sacristán (208) o Tiana (2011) en cuanto a que el desarrollo adecuado de la política de las competencias pasa necesariamente por la formación inicial y permanente del profesorado, realizando una política compartida con el conjunto de la comunidad educativa . Se hace necesario un modelo educativo que consiga una adaptación de las personas a la sociedad actual. Aplicar este nuevo paradigma educativo en mis clases es a lo que aspiro, aunque ahora mismo me veo perdida y confusa en mi forma de llevarlo a cabo. Si ¿afectaría en mis clases?, Sin lugar a dudas: afectaría en la forma de programar, en la metodología a seguir y sobretodo en la forma de evaluar. Espero aprender a hacerlo en este curso.