REFLEXIONES SOBRE EL ORIGEN INTERNACIONAL DEL PARADIGMA DE LAS COMPETENCIAS CLAVE DE LA UNIÓN EUROPEA Y CÓMO AFECTA ESO A MI TRABAJO EN CLASE.

Mi primer contacto con las competencias fue en el año 2008 (competencias básicas en ese momento), cuando estaba preparando mi programación anual de matemáticas de 3º de ESO para presentarla en las oposiciones de ese año.

Leyendo mi programación  se puede observar como las competencias básicas las explico en el punto 3, después de los objetivos y antes de los contenidos. En ese punto 3 me limito a explicar de forma breve y muy general en que consiste la competencia matemática y como contribuyen las matemáticas a la adquisición del resto de competencias.

De la misma manera,  en las 15 unidades didácticas de la programación, al final de cada unidad, después de hablar de objetivos  específicos, contenidos, actividades, evaluación, etc, comento que cada unidad didáctica contribuye al desarrollo de la competencia matemática y después explicó en un párrafo como cada unidad didáctica contribuye al desarrollo de otras competencias.

Analizando el trato que yo  le daba a las competencias básicas en mi programación, se podría decir  que yo era una de esas personas que, como se dice en la introducción del artículo,  consideraba las competencias  como un mero término técnico inventado por políticos y pedagogos que no suponía ningún cambio en el currículo ni  en el modelo de enseñanza aprendizaje que seguiría  con mi asignatura.

Después de aprobar las oposiciones con muy buena nota en la programación (supongo que el tribunal tampoco le daba mucha importancia a las competencias) y empezar mi labor como docente, me fui dando cuenta poco a poco que algo no funcionaba,  y hoy en día comparto la opinión en la que se sitúan los autores del artículo; creo que el aprendizaje por competencias  propuesto por la UE puede suponer mejoras en nuestro sistema educativo si,  además de introducirlo en las leyes educativas, se proporciona a los docentes la  formación adecuada que permita ponerlo en práctica y en funcionamiento.

Actualmente tengo muy claro que el modelo de enseñanza aprendizaje que seguía en mis primeros años como docente ya no funciona. Mi manera de plantear las clases no atendía a las necesidades de la sociedad actual. ¿De qué sirve que mis alumnos sepan resolver ecuaciones si no aplican estas a la resolución de problemas de la vida diaria o de otras asignaturas? ¿De qué sirve que mis  alumnos sepan hacer una gráfica de una función si no saben interpretar las gráficas que ven en los diferentes medios de comunicación? Yo creo que no sirve de nada.

Es por esto  que considero fundamental  el desarrollo e implementación en mi aula  de un aprendizaje basado en competencias. Una vez  que ya soy consciente de la necesidad de cambiar,  lo próximo  que necesito es una buena formación que me permita poder  implementar este paradigma de una forma adecuada.

Afortunadamente ahora mismo no me encuentro dentro del sistema educativo español.  Y digo afortunadamente,   porque  no me considero preparado para diseñar una buena unidad  didáctica  y efectiva basada en competencias clave. Creo que tendría bastantes dificultades, sobre todo en la parte de la  Evaluación. El estar fuera de España me va a  permitir seguir aprendiendo sobre este nuevo modelo sin estar todavía en las aulas españolas. Espero que con trabajo, dedicación y la ayuda de las administraciones pueda incorporarme al sistema educativo español con la capacidad de aplicar con mis alumnos de manera autónoma y eficiente este paradigma  del aprendizaje por competencias clave.