LAS COMPETENCIAS CLAVE

Pilar García
Àrea de coneixement
347 Visites
Compartir

Las competencias clave tienen su origen en diferentes fuentes internacionales y responden a una tendencia  educativa global. En efecto,  la globalización de las sociedades,  la gran diversidad cultural, la rápida difusión de la información y las nuevas tecnologías de la comunicación  plantean necesidades comunes en todos los países del mundo,  a las cuales deberán dar respuesta los alumnos que se están formando en la escuela de hoy.  En mi opinión esto conlleva que los sectores implicados en la comunidad educativa se planteen qué medidas se deben adoptar para que nuestros alumnos puedan afrontar con éxito los retos desconocidos  a los que se enfrentarán en el futuro.

En primer lugar me gustaría resaltar el  carácter internacional de las competencias, las cuales  van más allá del currículo,  puesto que se supone que alumnos que cursan currículos distintos en países extranjeros deberían conseguir las mismas competencias clave que nuestros alumnos españoles.   Por ejemplo, los conocimientos de algunas materias como Historia pueden variar de un territorio a otro, pero no las competencias, a las que se les supone un carácter global. Esto me obliga a realizar una reflexión sobre mi práctica como docente. En principio supone replantearme cuáles son los objetivos que quiero que consigan mis alumnos. Por ejemplo, yo , como profesora quiero que mis alumnos tengan iniciativa, que sean responsables, que puedan dar soluciones a tareas con pensamiento crítico y creativo, que sepan trabajar en equipo, que tengan confianza en sí mismos, que sepan gestionar sus emociones, etc. A partir de estos objetivos y teniendo en cuenta que las competencias están relacionadas entre sí y tienen un carácter integrador, tendré que pensar qué cambios metodológicos y organizativos tendré que introducir en mi práctica docente.  Enseño Física y Química y he podido observar la evolución en la enseñanza en los últimos años. Antes se pedían más conocimientos teóricos y la resolución de ejercicios repetitivos que servían para aprobar los exámenes y superar el curso. Se evaluaban sobre todo contenidos y el resultado final de la adquisición de los mismos. La enseñanza tenía un carácter memorístico y estático. Además, la masificación de las clases no ayudaba a acompañar las clases teóricas de la Física y Química con experiencias de laboratorio que las ilustraran. Con los años y gracias a las clases de desdoble, se han ido introduciendo más clases de laboratorio, pero siempre con guiones o recetas que daban poca opción a preguntas abiertas que pudieran estimular el pensamiento crítico de los alumnos.  Personalmente siempre he pensado que dirijo demasiado a los alumnos hacia resultados que se suponen verdaderos e inmutables. Y la realidad es cambiante y dinámica.

En segundo lugar, quisiera comentar que una de las cuestiones clave en el paradigma de las competencias es que el alumno debe adquirir las destrezas para desempeñar algo.  Por lo tanto a partir del currículo creo que la metodología más adecuada sería:  plantear proyectos transversales que permitieran trabajar varias competencias a la vez (la competencia lingüística, aprender a aprender, la digital, la social y cívica, la científico tecnológica etc.); trabajar con proyectos en los cuales puedan estar interesados los alumnos; trabajar en equipo para dar soluciones colaborativas a tareas planteadas, lo cual supone un cambio metodológico importante y conlleva dejar de que el alumno recupere el protagonismo de su propio aprendizaje; trabajar proyectos cooperativamente con departamentos didácticos diferentes para dar un valor más significativo e integral al proyecto; trabajar en espacios diferentes ( el centro escolar, la bibliotecas, los museos, la calle, el patio, etc. , lo cual implica ampliar las experiencias educativas en realidades diferentes, formales y no formales; implicar a los padres en el proceso educativo invitándoles a que participen o visiten el colegio, etc.

Por último, creo que habría que reflexionar sobre cómo se evalúa el proceso de aprendizaje. Para mí tendría más sentido evaluar las competencias en sus tres dimensiones y evaluar el proceso de aprendizaje y no solo el producto final. Estoy convencida de que hace falta un cambio en la metodología para motivar más a los alumnos para motivar  más a los alumnos. Creo que trabajar por competencias da además más sentido al proceso de aprendizaje porque lo que se aprende de memoria y no se utiliza se olvida y tiene poca utilidad.