1.1 ENSAYO CRÍTICO SOBRE LAS COMPETENCIAS CLAVE, SUS ORÍGENES Y SUS IMPLICACIONES EN LA PRÁCTICA DOCENTE
¿CUÁL ES LA NOVEDAD EN LAS COMPETENCIAS CLAVE?
Como se menciona en el texto, el fin de la política educativa supranacional de la Unión Europea es construir un marco para mejorar la igualdad de oportunidades de todos los europeos.
La formación por competencias clave es una nueva forma de afrontar el aprendizaje desde un punto de vista práctico, que ayuda a aplicar lo aprendido para resolver problemas en la vida real de nuestra sociedad contemporánea global, multicultural dinámica, que se usa la tecnología para comunicarse e informarse cada vez de forma más extensa y diversa. Existen ya desde hace 25 años (LOGSE) iniciativas de enfoques basados en el aprendizaje significativo y el enfoque globalizado que integra a todas las áreas. Lo novedoso de esta nueva forma de enfrentarse al aprendizaje es queda oficialmente articulado para integrar las capacidades de forma práctica y atender a las demandas de la vida laborar en el “Marco europeo de referencia de las competencias clave del aprendizaje permanente” desde 2004. En nuestro sistema educativo se materializa definitivamente con la LOMCE (2013), que potencia las competencias clave para convertir al alumnado en participantes activos en la sociedad.
Las competencias clave no se pueden asociar sólo a destrezas, sino que facilitan la transferencia de conocimientos, habilidades y actitudes. Y aunque los conceptos mencionados se lleven practicando desde la LOGSE (1990) y la LOE (2006), las competencias están por encima de éstos, ya que suponen un desarrollo personal, dotando de herramientas para que el ciudadano se integre y una cualificación laboral a nivel profesional. El cambio de competencias “básicas”, mínimas y suficientes, a competencias “clave”, necesarias pero no suficientes, anima al aprendizaje permanente a lo largo de la vida, concepto muy constructivo para para ser multifuncional en el mundo laboral cada vez más competitivo.
Otra novedad es que se utilizan sustantivos en lugar de verbos para definir lo que se espera que el alumnado consiga con cada competencia, simplificándolo y haciendo viable el aprendizaje por competencias con los indicadores como criterios de evaluación que se especifican en la nueva ley. Obviamente, las expectativas de los aprendizajes que se deben alcanzar deben modificar también el diseño de la programación para tener en cuenta las tres dimensiones de cada competencia.
Dentro de las ocho competencias se trata en un mismo plano de igualdad la competencia lingüística en la lengua materna y en la lengua extranjera. Hasta ahora las exigencias en los aprendizajes de las lenguas extranjeras siempre eran inferiores a la propia lengua, pero este cambio supone un reconocimiento de que el alumnado puede conseguir lo mismo en cualquier lengua.
Siendo mi área de enseñanza la Religión, consideraría que es fundamental saber trabajar fundamentalmente en las Competencias Social y Cívica y en la Conciencia y expresiones culturales aunque, como el resto no se trata de asemejar competencias a áreas de aprendizaje.
Con este nuevo enfoque por competencias se ha más necesaria aún la colaboración y la planificación de varios profesores que imparten diferentes áreas en el mismo grupo-clase para diseñar juntos las tareas competenciales sobre una temática común.
En resumen, la novedad de las competencias clave es que el alumnado no sólo aprende conceptos y toma acción aplicando sus destrezas, sino que es capaz de transformar la realidad cuando es competente en los ocho ámbitos que se proponen.


