Reflexión sobre las competencias clave.

LAS COMPETENCIAS CLAVE: UN ANÁLISIS CRÍTICO.

Pasan los años, y los docentes nos hemos acostumbrado a un sin fin de cambios legislativos que poco, o nada, modifican nuestro trabajo. No se parece ésto a lo que ocurre en la gran mayoría de los centros de trabajo de manera generalizada: los modos de producción, la incorporación de las nuevas tecnologías o la necesidad de conocer los aspectos básicos de alguna lengua extranjera (normalmente el inglés), han hecho modificar muchas de las competencias (qué necesito para realizar un determinado trabajo) exigidas para el desarrollo de muy diferentes profesiones.

¿Por qué en educación la aplicación del paradigma de las competencias sigue la leyenda “del mismo perro con distinto collar?

Creo que es necesario un esfuerzo global por parte de todos los que estamos en el mundo de la educación para entender que “seguir haciendo lo mismo” tiene sentido. Desde esta perspectiva, creo que los siguientes aspectos perjudican notablemente la posibilidad de que las competencias clave se conviertan en algo diferente a lo que hasta ahora hemos innovando:

- La confusión en el concepto de libertad pedagógica. Creo que el profesorado confunde que cada uno puede aplicar su propia metodología con el hecho de que determinadas líneas de actuación (globalmente, enseñanzas tradicionales) pueden seguir siendo el único referente de trabajo con el alumnado.

- La enorme heterogeneidad en el uso de nuevas tecnologías: una amplia mayoría de los docentes (como bien se reflejaba en la encuesta de inicio de este curso) las usa poco y con dificultades.

- El origen europeo de la introducción de las competencias. El poco peso que Europa tiene en la mentalidad del ciudadano (y no solo en España) se refleja claramente en cómo todos los informes (Pisa, DeSeCo, otros) tienen en la amplia mayoría de los docentes. Si pensamos en como las pruebas de diagnóstico han influido en los años que se aplicaron, veremos como no hubo prácticamente cambios en la forma habitual de trabajo en los centros educativos.

- A modo de ejemplo, no tiene ningún sentido que se nos pregunte en la encuesta de este curso, los dispositivos que utilizamos en nuestro trabajo docente (sorprende la extraordinaria variabilidad para una persona como yo) y la prohibición de traer dispositivos móviles a mi centro educativo, ya que el alumnado lo puede utilizar para tomar grabaciones no autorizadas.

Mi trabajo es la orientación y hay entre las funciones que un orientador tiene, la de asesorar a la comunidad educativa sobre todos los aspectos que tienen que ver con la educación. ¿Tengo realmente una adecuada formación sobre este nuevo paradigma educativo? La respuesta es claramente negativa por lo que mi labor docente debería pasar obligatoriamente por una adecuada formación en las particularidades de las competencias clave.

Por otra parte, mi visión de la enseñanza creo que converge con lo que las competencias clave intentan desarrollar: no sólo el conocimiento (destrezas básicas) sino llevar a cabo una determinada actuación. Desde hace tiempo se viene observando que la capacidad de un chico medida mediante técnicas clásicas (exámenes y similares) no tiene nada que ver con, por ejemplo, su capacidad de moverse en un smartphone y comunicarse (sí, tienen esa capacidad) a través de diferentes opciones (wassup, twitter, facebook, …) En este sentido, entiendo que esta visión global de las competencias entendidas como los grandes objetivos a desarrollar (en relación con éstos, las competencias ocupan un escalón inferior y burocratizado de nuestro trabajo) debería modificar necesariamente mi trabajo y, por supuesto, el del equipo educativo de cada uno de los cursos que pudiera haber en mi centro educativo.

En este sentido, el trabajo por proyectos, la eliminación de las barreras entre las diferentes áreas curriculares, la apertura del aula al contexto en el que nos movemos, las propias comunidades de aprendizaje como estructuras donde integrar todos los referentes del contexto donde se desarrolla el alumnado, …. deberían modificar profundamente nuestra concepción de cómo entender, estando las competencias clave como esa gran meta a la que dirigirnos.