Actividad 1.1 Aprendizaje por competencias clave. Ensayo crítico

Lola Medina

Podemos encontrar, en el abordaje del complejo tema del aprendizaje por competencias, distintos enfoques. Desde la postura de los que creen que es algo alejado de la práctica educativa y no va a ser más que otra “moda” en educación a los que creen que supondrá una novedad positiva, aunque con condiciones. Por último, encontramos a los que afirman que este nuevo modelo educativo puede ser la respuesta con mayúsculas al reto de la educación en la sociedad actual.

Mi postura está cercana a estos últimos, coincido en que este nuevo enfoque responde a las necesidades que plantea la educación en la sociedad actual. Sumergidos como estamos en el desarrollo de las nuevas tecnologías, en una sociedad del conocimiento, en la que los alumnos reciben cantidades ingentes de información, la enseñanza tradicional como única opción ha quedado fuera de juego.

A pesar de la complejidad de los factores que intervienen en educación o, precisamente por ellos, creo que el aprendizaje por competencias puede ayudarnos a desarrollar en nuestros alumnos los contenidos, las destrezas y las actitudes (dimensión cognitiva, instrumental y actitudinal que podemos encontrar en cada una de las competencias) que necesitarán para poder desenvolverse en el mundo que les espera, un mundo cambiante  y diverso, que les exigirá constante adaptación.

De ahí el nombre de competencias “clave” (aunque la legislación española ha preferido el término básica hasta hace muy poco tiempo, con la diferencia de enfoque que implica), se trata de un aprendizaje que ayuda a conseguir una llave maestra, que permita a las personas acceder a nuevos conocimientos, lo que proporcionará algo que tiene una estrecha relación con el tema de las competencias clave: el aprendizaje a lo largo de la vida o aprendizaje permanente. Precisamente por lo que comentábamos de la sociedad actual, en constante cambio, nuestros chicos necesitan herramientas que les proporcionen acceso a otros aprendizajes y les permita abrirse nuevos caminos. No saben ni sabemos nosotros, los trabajos que van a desempeñar en un futuro, se acabó lo de “médico”, “abogado”, “mecánico”, puede ser que vayan a desempeñar un trabajo que ni siquiera exista ahora, y seguramente cambiarán a lo largo de su vida. Por esto, es nuestra responsabilidad dotarlos de estrategias que les permitan afrontar estos cambios,  estos nuevos retos a los que se enfrentarán. La sociedad exige aprendizaje permanente y el aprendizaje por competencias clave lo proporciona.

Para terminar, quisiera expresar mi opinión sobre la necesidad, en los centros educativos, de ciertas condiciones previas a la óptima inclusión del aprendizaje basado en competencias. Por un lado, necesitamos formación del profesorado, tanto teórica como práctica, en el sentido de saber cómo incluir las competencias clave en nuestras programaciones, conocer la relación entre los objetivos, contenidos y criterios de evaluación y, sobre todo, cómo evaluar al alumno para no dejar por el camino algunas de las dimensiones (cognitiva, instrumental y actitudinal) de las competencias. Estamos muy acostumbrados a evaluar casi exclusivamente conocimientos y los instrumentos que utilizamos (pruebas escritas) tampoco suelen ser los ideales para cubrir todo lo que implica una competencia.

También debemos tener en cuenta que es fundamental incluir otros tipos de evaluación en el proceso de enseñanza: coevaluación, autoevaluación y heteroevaluación son imprescindibles, los alumnos deben ser conscientes de su propio proceso de aprendizaje y nosotros, como docentes, debemos recibir y aceptar feddback sobre lo que hacemos.

Por otro lado, necesitamos que el profesorado esté motivado para el cambio, si los profesores consiguen esta motivación y abordan con entusiasmo su nueva tarea, contagiaremos al alumnado. Además de que al utilizar otra metodología (Aprendizaje basado en proyectos o en problemas, por ejemplo) los chicos, al convertirse en protagonistas de su aprendizaje, trabajar en estructuras cooperativas y, en suma, a ver cómo lo que aprenden se aplica a su entorno y a problemas de la vida real, modificarán la visión que tienen (la mayoría de ellos) sobre el ámbito académico, como algo aburrido y alejado de sus problemas y lo que les preocupa. Lograrán aquello que perseguimos: su desarrollo integral como personas.