Las tradiciones y costumbres de Tulcingo de Valle, Puebla constituyen un reflejo de la riqueza cultural que caracteriza a México. Cada festividad es un espacio donde se expresan la fe, la convivencia y la creatividad popular, reforzando la identidad de la comunidad.

La Feria Patronal en honor a Santiago Apóstol es una de las celebraciones más representativas, en la cual la devoción religiosa se combina con elementos festivos como danzas, comparsas y música de banda. En estas fechas, las familias comparten su gastronomía tradicional —mole poblano, tamales, pan artesanal y bebidas típicas—, generando un ambiente de fraternidad.

De igual forma, durante el Día de Muertos, Tulcingo revive costumbres ancestrales al elaborar altares llenos de flores, velas y ofrendas que recuerdan a los difuntos, mostrando cómo la espiritualidad y el arte popular se entrelazan en un mismo espacio. Estas expresiones culturales no solo fortalecen el sentido de pertenencia, sino que también ofrecen la oportunidad de establecer un diálogo con otras culturas del mundo.

Al realizar un comparativo, se observa que prácticas similares ocurren en países como Japón, con el festival Obon, donde también se honra a los ancestros; en España, con sus fiestas patronales que incluyen música, danzas y gastronomía; o en India, con la festividad de Diwali, en la cual la convivencia familiar y comunitaria se convierte en el centro de la celebración.

En este sentido, las tradiciones de Tulcingo no son hechos aislados, sino parte de un fenómeno humano universal: la necesidad de celebrar, recordar y compartir. Su estudio permite reconocer la diversidad cultural del mundo y, al mismo tiempo, valorar la riqueza propia, fomentando así un pensamiento crítico y comparativo que enriquece la identidad personal y colectiva.