La importancia de los ecosistemas y la biodiversidad

Pau Segui

Significado del ecosistema

Un ecosistema es un grupo de organismos que viven juntos en un entorno específico. Por lo general, se considera que los ecosistemas son sistemas definidos y discretos, pero pueden ser permeables a las influencias externas.

Un ecosistema es una comunidad de plantas, animales, aves y otros organismos, así como las vitaminas, minerales y fuentes de energía que los mantienen vivos.

En un ecosistema, todos los organismos y su entorno pueden ser altamente dependientes unos de otros, y pueden afectarse profundamente los unos a los otros.

Entender los ecosistemas nos permite entender los organismos que viven dentro de ellos, dado que muchas zonas están en peligro de extinción tal como relata Elpais. Se puede pensar en todo el planeta Tierra como un ecosistema gigante, donde todos los organismos viven juntos e interactúan como parte de un enorme sistema global.

Existen varios tipos diferentes de ecosistemas. Normalmente se dividen en dos categorías:

  1. Ecosistemas bajo el agua. Estos son llamados ecosistemas acuáticos.
  2. Ecosistemas en tierra. Estos son llamados ecosistemas terrestres.
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Sin embargo, los ecosistemas marinos y acuáticos también se pueden dividir en varios tipos diferentes, tales como:

  1. Ecosistemas de agua dulce: los peces, plantas y aves que viven en ríos y lagos.
  2. Ecosistemas marinos: ecosistemas bajo el mar.

Un ejemplo de ecosistema terrestre es un ecosistema desértico, donde las criaturas del desierto han evolucionado para vivir unas con otras y con su entorno desértico.

La base de sus características

Un sistema cerrado: aunque puede ser permeable a influencias externas, un ecosistema puede ser considerado como un sistema relativamente autónomo.

Interdependencia: los organismos que viven en un ecosistema dependen unos de otros, y sus acciones y vidas impactan en las vidas de cada uno.

Dinámica: los ecosistemas son capaces de cambiar y evolucionar - de hecho, la evolución es una de las razones por las que tenemos ecosistemas distintos en primer lugar.

Adaptado: los organismos de un ecosistema se han adaptado a su entorno. Viven de tal manera que sacan el máximo provecho del medio ambiente.

Frágil: muchos ecosistemas son considerablemente frágiles cuando se enfrentan al calentamiento global, la contaminación y otros problemas causados por el hombre en el mundo. Un ejemplo es el ecosistema marino de la gran barrera de coral: el precioso y antiguo coral de este arrecife se está extinguiendo visiblemente debido a la contaminación humana.

Son hermosos: los organismos en varios ecosistemas tienen una belleza propia - no sólo tomados como individuos sino también en sus interacciones con otros organismos en el ecosistema. Muchos científicos y biólogos consideran que el delicado equilibrio de los organismos en un ecosistema es algo muy bello por derecho propio, y de hecho esta puede ser una razón clave por la que los niños y niñas deciden estudiar ciencias en la escuela o en la universidad, y convertirse en biólogos como adultos.

Importancia del ecosistema

Todos los ecosistemas son responsables de mantener el equilibrio del planeta en su conjunto. podemos leer un poco más desde aqui, además, los animales y otras formas de vida sólo pueden prosperar si sus ecosistemas prosperan en su conjunto. Y las vidas de los seres humanos dependen en gran medida de la vida de todos los ecosistemas del planeta. Aunque se puede pensar en los ecosistemas como sistemas distintos, también están todos conectados entre sí y si un ecosistema empieza a fallar puede tener repercusiones en otros ecosistemas de todo el mundo. Los ecosistemas son muy importantes por muchas razones. A continuación, encontrará siete razones por las que los ecosistemas son tan importantes.

1. Biodiversidad: Todos los millones de especies que existen en el planeta Tierra están sustentadas por sus ecosistemas particulares. Por lo tanto, los ecosistemas son lugares importantes para asegurar que la biodiversidad continúe en este planeta.

2. Evolución: Los organismos dentro de un ecosistema han evolucionado para subsistir dentro de ese ecosistema. Por ejemplo, los animales marinos han evolucionado para vivir en el mar.

3. Interconexión: Los organismos de cualquier ecosistema suelen estar muy interconectados. Por ejemplo, su relación puede ser de depredador y presa, o puede ser un ave cuyos excrementos agregan nutrientes al suelo, permitiendo que diferentes plantas y árboles florezcan allí. Como tal, es importante entender que ninguna especie existe en total aislamiento. Más bien, sus hábitos y biología están moldeados por el ecosistema en el que viven. Esta interconexión es en realidad la razón de algunos de los colores extravagantes y el comportamiento que vemos en muchas de las especies del mundo. La necesidad de destacar competitivamente dentro de un ecosistema ha llevado a los elaborados bailes de apareamiento de las arañas, por ejemplo, y al magnífico plumaje de las aves.

4. Autosuficiente: El delicado equilibrio de organismos dentro de un ecosistema ayuda a mantenerlo en marcha. Por ejemplo, se podría pensar que la remoción de una especie de insecto de un ecosistema forestal no haría daño, pero la presencia de esos insectos podría haber sustentado a un gran número de aves y polinizado un gran número de flores, árboles y arbustos en el ecosistema. Sin los insectos, el ecosistema no sobreviviría.

5. Un recordatorio del mundo salvaje: Observar cómo funcionan los ecosistemas en un equilibrio perfecto puede recordar a los seres humanos el hecho de que la naturaleza tiene sus propias reglas y que interferimos con el funcionamiento de la naturaleza en gran riesgo. Por eso vale la pena escuchar las opiniones de los biólogos sobre cómo deben comportarse los seres humanos para preservar el planeta para las generaciones futuras. Observar un ecosistema, y entender que como seres humanos también somos organismos que vivimos dentro de un ecosistema, puede darnos una perspectiva útil sobre nuestro lugar dentro del mundo. Más que seres puramente autónomos, estamos profundamente conectados con los otros organismos que nos rodean.

6. Regulación del clima: La "respiración" de los ecosistemas forestales y la capacidad de los insectos para polinizar amplias extensiones de praderas de flores significa que muchos ecosistemas ayudan a regular las cantidades de carbono en nuestro clima. Además, muchos tipos de ecosistemas protegen la tierra contra el clima extremo: los bosques proporcionan barreras a las inundaciones y tormentas y también evitan que el suelo sea erosionado por la lluvia. Sin los ecosistemas que tenemos ahora, el mundo estaría formado por paisajes muy diferentes, muchos de ellos estériles.

7. Fuentes de alimentos y combustible: Las plantas y las frutas son fuentes de energía clave (el arroz es un alimento básico en gran parte del mundo, por ejemplo), mientras que muchos cultivos pueden utilizarse como combustible de biomasa. Usados de manera responsable, los alimentos y el combustible que obtenemos de los ecosistemas cercanos pueden proporcionarnos soluciones sostenibles a todas nuestras necesidades energéticas.