Infundir o intentar introducir el respeto por el medio ambiente a las generaciones más jóvenes es una obligación ética de los mayores, de la sociedad por norma general, así sea en forma de políticas como a través de la enseñanza en los institutos o bien con el ejemplo en su ambiente más próximo. No en balde, son el futuro y de esa transmisión de valores que va a depender el futuro del planeta.

Pero la pregunta correcta sería… ¿De qué manera hacerlo? Producir conciencia ecológica en los jóvenes va más allá de campañas puntuales que inviten a reciclar o bien de declaraciones a favor del medio ambiente de boca de sus ídolos. Si bien todo ayuda, realmente solo una educación que comience en la infancia conseguirá el objetivo: que sean ciudadanos informados, con espíritu crítico, pues solo entendiendo y amando a la naturaleza se contribuirá a su preservación. (Interesante el documento de evaluación y propuesta de  educación ambiental de la Universidad de méxico)

Los primeros años son esenciales. En el seno de la familia o bien en los institutos es donde se socializa al pequeño, el periodo en el que se desarrolla se personalidad y se le orienta para un mejor desarrollo. Los valores, los conocimientos y las actitudes que inculquen el respeto por el resto (lo que incluye la Naturaleza) se transmitirán mediante cuentos, actividades escolares y, especialmente, por medio de la convivencia familiar.

Un desarrollo integral del pequeño basado en principios positivos de respeto más asimismo de amor cara sí mismo va a ser, en resumen, la base de una personalidad saludable, equilibrada, desde la que poder enseñarle de manera exitosa a cuidar el medio entorno de forma práctica y entretenida, sin imposiciones.

El poder de dar ejemplo

La actitud es clave para lograr una buena predisposición que asista a poner en práctica conductas eco amigables de forma cotidiana, con lo que promover actitudes verdes es como plantar una semilla que terminará germinando y dando sus frutos: esos ademanes ecológicos que terminan contagiándose a nivel familiar o bien en círculos de amigos. Por consiguiente, si deseamos que los más jóvenes tengan conciencia ambiental, tenemos que predicar con el ejemplo en casa y asimismo en la calle.

A través del argumento y de la sugerencia, mas sobre todo del ejemplo positivo, el reciclaje y otras conductas deseables brotarán naturalmente. Sobre todo, importa entregar un enfoque optimista a los ademanes cotidianos eco responsables, como separar los desechos para facilitar su reciclaje, no despilfarrar agua ni luz, cultivar un huerto orgánico con ellos o bien practicar un consumo prudente. Lejos de ser una obligación o bien un castigo, tiene que verse como algo deseable, como una contribución que favorece al medio entorno y asimismo a nosotros.

El reciclar es entretenido y “mola”

El reciclaje creativo es un filón para entretener a los jóvenes y abrirles un planeta de posibilidades que poder aprovechar para sus intereses. Descubrirán que pueden transformar objetos desechados o bien que ya no se emplean en otros verdaderamente útiles y amenos, mientras que comprenderán desde su experiencia el inconveniente de los restos y la relevancia de separarlos, tal como de supervisarlos produciendo el mínimo y reciclando apropiadamente.
Aprovechar las festividades para decorar la casa con manualidades hechas por los más pequeños de la casa es un bonito modo de transformar esos días libres en instantes que van a quedar para el recuerdo y van a hacer sentir a los pequeños protagonistas. Va a ser simple colorear las cascarillas de los huevos para hacer decoraciones “pascueras” que podemos colgar del techo o bien usar para crear originales centros de mesa. (Interesante el documento de la Junta de Andalucía guías didacticas de educación ambiental donde se trata el tema del reciclaje entre muchos otros aspectos)

Un ejemplo es este taller de creación de taburetes en un proceso de diseño que se realizó en el festival Noarderias donde por medio de materiales susados, palets, se descubria no sólo que los muebles con palets reciclados es una opción útil sino una convivencia y actitud colaborativa en la formalización del mueble.

En Navidad, por poner otro ejemplo, sería ameno hacer las habituales coronas de forma opción alternativa, usando envoltorios de caramelos, papel de aluminio con el que envuelven el bocadillo del cole, botellas de plástico o bien cualquier otro objeto reciclado.

El entendimiento de conocer y querer la naturaleza

Asimismo hay que familiarizar a los más jóvenes con la Naturaleza. Estar en contacto directo con ella regularmente es esencial para su buen desarrollo físico y mental. Mas no solo eso, por el hecho de que el medio entorno no solo es un sitio del que favorecernos, sino más bien un espacio compartido con otros seres vivos que merecen un respeto.