INDICADORES PARA LA INTEGRACIÓN DE LAS TIC EN EDUCACIÓN

Raúl Céspedes

Introducción

Hemos entrado en el primer siglo del tercer milenio, un siglo que se caracteriza por la proliferación de sistemas de comunicación, de transmisión de información y de acceso a un gran potencial de conocimiento, razón por la que entre otros muchos términos se nombra esta sociedad como sociedad de la información, sociedad de la comunicación o sociedad del conocimiento. En esta sociedad, el papel de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) es fundamental y por tanto su presencia en las escuelas lo es también. El proceso de integración de las TIC en las escuelas es complejo y largo, depende de factores que van más allá de la presencia de tecnología en la enseñanza y el aprendizaje, requiere de inversiones de todo tipo y el control de dichas inversiones se hace necesario. Para realizar el seguimiento de la integración de las TIC en educación, y por tanto de la efectividad de esas inversiones se han desarrollado sistemas de indicadores a nivel local, nacional e internacional con el fin de poder tomar como referencia países donde está siendo efectiva esta inversión y poder hacer comparaciones fiables. En nuestro estudio, hemos revisado la literatura especializada en la detección y optimización de indicadores para monitorizar la integración de las TIC, hemos escogido tres documentos destacados y los hemos comparado para extraer las ideas más importantes de cada uno para sintetizarlas en nuestro capítulo. Pretendemos resaltar la importancia de llegar a un consenso global a la hora de establecer indicadores comunes en todo el ámbito educativo que permitan una comparación a nivel internacional desde cualquier estudio que se haga, ya sea a nivel local o nacional.

 

La sociedad de la información

Son muchos los autores que han estudiado sobre el concepto de sociedad de la información (Crespi & Cabañete, 2010), algunos afirman que efectivamente estamos viviendo en una nueva sociedad, otros sostienen que la sociedad de la información no es un nuevo tipo de sociedad, otros la llaman «la sociedad post-industrial», otros la «sociedad red» y otros afirman que vivimos en el capitalismo de la información, por otra parte, profundizando en el concepto hay quienes enfatizan en las transformaciones, en las divisiones, en la vigilancia, en la democracia o en las virtualidades que se producen en la sociedad actual. A pesar de todos estos autores, y de sus respectivos enfoques, podemos decir que todos tienen en común que en esta sociedad hay un uso, creación, distribución, difusión e integración de la información a un nivel significativo de actividad en los ámbitos económico, político y cultural de la sociedad. Existe una intensidad elevada en el uso de la información y la causa de todo está en el rápido desarrollo e innovación de las tecnologías de la información y la comunicación (Crespi & Caballete, 2010).

El sociólogo británico Frank Webster ha trabajado profundamente el concepto de sociedad de la información. En su obra «Theories of the Information Society» desarrolla seis concepciones sobre la sociedad de la información analíticamente diferenciadas, estas definiciones se basan en el papel de la tecnológica, en el papel de la económica, en los cambios en el mercado laboral, en la influencia en las relaciones entre el espacio y el tiempo, en la transmisión masiva de cultura, y en el papel del conocimiento teórico. Nosotros vamos a centrarnos en la concepción centrada en el papel de la tecnología.

John Naisbitt (1984) afirma que «la tecnología informática es a la era de la información lo que la mecanización fue a la revolución industrial» y de aquí podemos deducir la definición tecnológica de la sociedad actual en la que cada vez la tecnología tiene más capacidad y es más accesible por su bajo precio. El hecho de que esa tecnología esté conectada entre sí ha propiciado la propagación de información a cualquier rincón del mundo y el intercambio entre todo tipo de terminales, afectando no sólo a la dimensión de Internet, sino a toda la sociedad. Al mismo tiempo que las TIC han cubierto prácticamente todos los ámbitos de nuestra sociedad, el concepto de la alfabetización demanda una revisión, o más bien una ampliación del concepto. La aparición del lenguaje multimedia ha hecho que en esta segunda década del presente siglo la idea de la persona culta y alfabeta cambie. Actualmente para que una persona pueda acceder a la cultura debe alfabetizarse en los códigos y formas utilizados por los medios y las tecnologías de la información, lo que Paulo Freire llama la «lectura del mundo» y «lectura de la palabra» donde el individuo debe dominar las técnicas de lectura de palabras, combinadas con la asignación de todos los significados de la presencia de los sujetos en el mundo (Freire, 1983). Son las políticas educativas las que deben proteger la igualdad de oportunidades en lo que se refiere al acceso a la cultura, o lo que entendemos hoy en día como la alfabetización digital (Area, 2012) o como lo denomina Magda Soares, la «literacidad» capacidad de manejar las prácticas sociales de lectura escritura, es decir, leer y escribir en los nuevos lenguajes multimedia e interactivos disponibles (Soares, 2004).

La institución escolar, así como el sistema educativo debe hacer frente a esta situación producida por el multitudinario acceso a las TIC. Las administraciones educativas, han desarrollado programas destinados entre otros aspectos a proveer de recursos a los centros, orientar y formar al profesorado, y desde el mismo comienzo de la implementación de estas medidas políticos, teóricos, profesores, alumnos, familias y la sociedad en general, debaten sobre los continuos cambios en la percepción sobre la utilidad o no de uso de las TIC en las escuelas en aras a mejorar la calidad educativa de nuestros centros escolares. La enseñanza requiere, por tanto una renovación tanto a nivel tecnológico como a nivel pedagógico, la innovación educativa que se apoya en las TIC es un proceso complejo y largo, aún estamos en un proceso de transición, tal vez en los inicios, y requiere no sólo el impulso de docentes ilusionados con la incorporación de las TIC a su labor diaria o a alumnos entusiasmados con el uso de la tecnología tanto en el hogar como en la escuela, se requiere una gestión planificada, en la que colaboren todos los agentes educativos que esté además sostenida por investigaciones, una formación avanzada y experimentación (Sigalés y Mominó, 2009).

 

La necesidad de una monitorización de la integración de las TIC en educación

La integración de las TIC en la escuela no es sólo introducir tecnología en las escuelas o la aplicación pedagógica de estas por parte del profesorado. Consiste como hemos apuntado anteriormente, en dar la oportunidad a las nuevas generaciones a acceder a la cultura digital, de adquirir las competencias resultantes de esta cultura y para esta cultura. Las TIC por tanto podrían favorecer la información, la formación y la reflexión, no se trata de enseñar a usar distintas tecnologías en las escuelas, se trata de ofrecer múltiples fuentes de consulta e investigación, de opciones para comunicarse e interaccionar, producir y propagar información y conocimiento. Pero el valor pedagógico de las TIC dependerá siempre de un contexto y una propuesta, dependerá por tanto del planteamiento de situaciones específicas en las que el uso de las TIC sea necesario y productivo tanto para alumnos como para profesores (Padilha y Aguirre, 2011). Las TIC no son una meta, sino un medio para conseguir objetivos educativos, son una herramienta más de instrucción como el libro de texto, o las calculadoras, herramientas que no son supervisadas con periodicidad. Las TIC sin embargo no son sólo una herramienta de instrucción, son parte esencial de la sociedad de la información, afectan a la mayor parte de los ámbitos personales y profesionales, son herramientas de acceso a la cultura, herramientas de alfabetización digital, y es por este motivo por el que se debe hacer un seguimiento de las mismas (Pelgrum, 2009). Son numerosas las iniciativas que se han llevado a cabo para conseguir otorgar a las TIC un lugar en la educación, y esas iniciativas requieren la necesidad de monitorizar el progreso alcanzado recurriendo a indicadores confiables y válidos (UNESCO, 2011). Muchos países utilizan indicadores para monitorizar los avances tecnológicos y así poder formular políticas basadas en la evidencia. Con esos indicadores, más el esfuerzo de la estandarización de la recolección de datos internacionales, los formuladores de políticas educativas pueden analizar de forma comparativa sus avances con los de otros países de referencia.

 

¿Qué son los indicadores?

Entendemos por indicadores todas las variables que representan el estado agregado o cambio en el estado de cualquier grupo de personas, objetos, instituciones o elementos objeto de estudio, y que son esenciales para un informe de estado o cambio de estado de las entidades bajo estudio, o para la comprensión del estado de las entidades bajo estudio (Jaeger, 1991). Son por tanto, cualquier estadístico individual o compuesto que se refiera a una construcción básica en la educación y sea útil en un contexto político (Shavelson et al., 1991). En nuestro caso, los indicadores nos informan sobre la perennidad y sostenibilidad de la integración de las TIC en la escuela (Padilha y Aguirre, 2011). Desde el punto de vista internacional nos sirve para poner en común los resultados de investigaciones entre distintos países y así poder comparar tanto políticas como practicas educativas. Hay que puntualizar que los indicadores son sólo una parte de la evaluación, ya que esta requiere un diseño más amplio y profundo, pero nos permiten describir y situar problemas con mayor claridad, apuntar rápidamente nuevos problemas, señalar lagunas referentes a metas establecidas en programas o proyectos, y determinar preguntas que puedan ser útiles para evaluar en profundidad (Shavelson et al., 1991).

Las políticas públicas educativas invierten en mayor o menor medida, en infraestructura, formación y producción de contenidos digitales, sin embargo estudios como el «Mapa de Conocimiento: TIC en Educación» del Grupo InfoDev del Banco Mundial (Trucano, 2005), al igual que otros informes de diversos sectores revelan que esas inversiones, al igual que el creciente uso de las TIC en países desarrollados no se corresponden con beneficios a nivel educativo, al menos no está suficientemente sostenido con datos, por tanto esa inversión debe controlarse mediante instrumentos que permitan monitorizar y evaluar esas políticas, su impacto en la enseñanza y en el aprendizaje, por lo que se reconoce la necesidad de crear estándares, metodologías e indicadores internacionales que permitan medir con precisión los beneficios reales de las TIC en educación. Hemos seleccionado unos documentos de referencia en nuestro estudio que pretenden identificar indicadores relevantes para poder realizar el seguimiento del uso e impacto de las TIC en educación. En el siguiente apartado procedemos a la descripción de cada uno de los documentos para su posterior estudio.

 

Documentos de referencia para el seguimiento de la integración de las TIC en educación

Los documentos que hemos analizado, descritos en la Tabla 1, pertenecen por un lado a la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), por otro a la Dirección General de Educación y Cultura de la Comisión Europea y por último al Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU), por tanto podemos ver que son de carácter internacional. El primero está enfocado hacia los estados iberoamericanos, el segundo hacia los países europeos y el último es posiblemente el más extenso ya que abarca a todos los países del mundo.

Tabla 1. Descripción de los documentos

La integración de las TIC en la escuela. Indicadores cualitativos y metodología de investigación.

Medición de las TIC en educación. Manual de usuario.

Indicators on ICT in Primary and Secondary Education

 

 

 

128 páginas

138 páginas

179 páginas

© Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI)

© UNESCO-IEU 2009

© European Commission

2011

2011

2009

 

«La Integración de las TIC en la Escuela» (Padiliha y Aguirre, 2011), de la OEI, está enfocado en la gestión escolar administrativa y pedagógica, en las prácticas de enseñanza y en su relación con las políticas públicas vigentes. Pretende el desarrollo de un conjunto de herramientas de medición útiles para la construcción de un sistema de indicadores cualitativos en relación a la oferta, promoción y uso de las TIC en las escuelas. La «Medición de las TIC en educación - Manual de usuario» (UNESCO, 2011), del IEU, pretende enriquecer y perfeccionar el conjunto básico de indicadores TIC en educación, así como plantear una lista ampliada de indicadores o mediciones indirectas (proxy) que permitan abordar un espectro más amplio de temas de política. Y por último, el estudio «Indicadores de las TIC en Educación Primaria y Secundaria» (Pelgrum, 2009), de la Comisión Europea, pretende identificar un conjunto de indicadores relevantes para permitir un seguimiento regular del uso e impacto de las TIC en Educación Primaria y Secundaria, además de describir escenarios para el seguimiento de las TIC en la educación en la Unión Europea.

En «La integración de las TIC en la Escuela» el Instituto para el Desarrollo y la Innovación Educativa (IDIE) de la OEI, junto a 27 especialistas de 14 países, promovieron debates y diálogos para construir los indicadores. De aquí surgió el documento Indicadores cualitativos de la Integración de las TIC en la educación: propuestas, en el cual se propuso una matriz evaluativa de tres dimensiones: políticas públicas, escuela y alumnos, y de estas tres la «dimensión escuela» fue elegida como primer ámbito de investigación para la elaboración de los indicadores. Se probó la matriz en la dimensión escuela en una red pública de enseñanza y a partir de esos resultados se realizó una revisión de la propuesta metodológica inicial. De ahí surgieron los cuatro indicadores definitivos que podemos ver en la tabla 2. En un seminario internacional se presento la experiencia piloto y entre todos los participantes se indicaron nuevos descriptores y se perfeccionaron los anteriores consolidando así la propuesta.

En la publicación se describe uno a uno cada indicador con sus descriptores, 13 para la «Disponibilidad de las TIC», 8 para la «Organización de la escuela para el uso de las TIC», 7 para la «Formación de los educadores en el uso de las TIC» y 6 para la «Presencia de las TIC en las prácticas educativas». Para cada indicador se describe el alcance, palabras clave y descriptores, y para cada descriptor los datos necesarios, la fuente de datos, los ítems del cuestionario, el resultado obtenido, el cruzamiento, la interpretación del resultado obtenido, las notas técnicas y la representación del resultado. El IDIE de la OEI pone en este documento, a disposición de investigadores y organismos públicos el instrumento para la recolección de datos, en su caso, un cuestionario.

 

Tabla 2. La integración de las TIC en la Escuela: Indicadores definitivos.

Indicadores

Disponibilidad de las TIC

Organización de la escuela para el uso de las TIC

Formación de los educadores en el uso de las TIC

Presencia de las TIC en las prácticas pedagógicas

 

 

El documento «Medición de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en Educación - Manual de usuario» surge de la Asociación para la Medición de las TIC para el Desarrollo, que actualmente reúne a la Unión Internacional de Comunicaciones de las Naciones Unidas (ITU), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (UNDESA), el Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU), las Comisiones Regionales de la ONU (CEPA, CEPAL, CESPAP y CESPAO), Eurostat y el Banco Mundial. Esta asociación ha creado un Grupo de Estudio sobre Educación liderado por el IEU para expandir una lista inicial de indicadores TIC en educación creados en 2007. Para elaborar estos indicadores se establecieron los dominios conceptuales que se describen en la tabla 3.

En el manual se describe un total de 53 indicadores, diferenciando entre los Indicadores Básicos y los Indicadores Adicionales. De cada indicador se da una definición, un propósito, el requerimiento de los datos, métodos de acopio, fuente de datos, fórmula, análisis e interpretación, y aspectos meteorológicos, definiciones o limitaciones operacionales. Al final se describen unos indicadores suplementarios para ser sometidos a prueba en algunos países que pidieron esos indicadores adicionales. Al igual que la publicación anterior, en el apéndice I se incluye el «Prototipo de Cuestionario sobre Estadísticas de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en Educación» que consta de un banco de ítems que tras un periodo de pruebas se consolidó y publicó dentro de documento para la medición de las TIC para el desarrollo en hogares y personas, empresas, sector productor TIC, comercio internacional de bienes y educación (ITU, 2010).

 

Tabla 3. Medición de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en Educación - Manual de usuario: Dominios conceptuales para los indicadores.

Dominios conceptuales

Compromiso político

Asociación público-privada

Infraestructura

Desarrollo del personal docente

Uso

Participación, competencias y resultados

Resultados e impacto

Equidad

 

 

El estudio «Indicadores de las TIC en Educación Primaria y Secundaria» (IIPSE) fue encargado por la Dirección General de Educación y Cultura de la Comisión Europea, y se centró en los 27 Estados miembros de la UE, los 3 países candidatos y los países del Espacio Económico Europeo. A partir de un análisis de los documentos de políticas TIC de los países de la UE se dedujeron las cuestiones (véase la tabla 4) en las que debería centrarse el estudio y de las que salieron 55 ámbitos de indicadores. Estos indicadores fueron presentados a políticos expertos en TIC de 26 países que clasificaron para cada una de estas áreas la necesidad de indicadores comparativos internacionales para la formulación de políticas basadas en la evidencia de sus países.

 

Tabla 4. Indicadores de las TIC en Educación Primaria y Secundaria: Cuestiones en las que debía centrarse el estudio.

Categorías

 

Infraestructura

Hardware, software, banda ancha…

Currículo y contenido

Enfoque pedagógico, contenidos, evaluación…

Resultados y actitudes

Competencias, alfabetización digital…

Conexión

Cooperación nacional/internacional, asociaciones público-privadas

Formación del profesorado

Competencias docentes, certificaciones…

Apoyo

Ayuda técnica, ayuda pedagógica…

Asuntos transversales

Equidad, financiación, seguridad…

 

 

La mayor necesidad de indicadores comparativos se dan en oportunidades para que los estudiantes aprendan con y/o sobre las TIC, las competencias relacionadas con las TIC y las actitudes de los estudiantes, apoyo TIC (pedagógico), la formación del profesorado y la dirección escolar. En este estudio, en el que no se da una lista de indicadores como en los anteriores, sí que se llega a la conclusión de que apenas existen indicadores internacionales para comparar las áreas básicas «las competencias y las actitudes relacionadas con las TIC de los estudiantes» y «oportunidades para aprender», señala por tanto que es importante conocer el estado de las competencias de los estudiantes, aspecto que hasta ahora no se ha recogido de forma generalizada en los indicadores para el seguimiento de la integración de las TIC a nivel internacional.

 

Discusión y conclusiones

Si nos fijamos en los campos conceptuales en los que se han centrado los tres documentos de referencia son bastante similares. Como cabía esperar los tres apuntan a la infraestructura como objeto de evaluación así como al desarrollo profesional docente. Para poder integrar las TIC hay que disponer de herramientas (software, hardware, banda ancha…) y hay que saber utilizarlas. En este punto, se diversifican los focos de acción, aunque con distinta denominación, los tres tratan la presencia de las TIC en el currículo, ya sea en términos de organización de la escuela, o en uso pedagógico de las TIC, es importante también evaluar  si las escuelas poseen proyectos para la integración de las TIC o si existen apoyos de tipo técnico o pedagógico disponibles tanto para alumnos como profesores. Por supuesto, para hacer un seguimiento de la integración y comprobar si las inversiones se están amortizando, es necesario comprobar resultados, impacto y actitudes respecto a la utilidad o valor de las TIC en las escuelas. Se le da también mucha importancia a aspectos transversales como la equidad, financiación y seguridad en el uso de las TIC, así como la asociación público-privada y el uso de las TIC para la cooperación ya sea a nivel nacional como internacional. Todos estos indicadores surgen de un trabajo de análisis, contraste, evaluación, discusión y debate por parte de investigadores y expertos en TIC, de la puesta en práctica de experiencias piloto y depuración de indicadores hasta llegar a la publicación de estos manuales.

Al comienzo de nuestro capítulo nos proponíamos resaltar la importancia de establecer un marco internacional común para el seguimiento de la integración de las TIC en educación. Simplemente con la descripción de los documentos que hemos utilizado como referencia, y de la observación de sus características, podemos afirmar que hemos cumplido nuestro objetivo. Los trabajos realizados en la elaboración de los manuales y el estudio de indicadores denotan una importancia clave de trabajar de forma conjunta con el fin de evaluar de una manera similar una cuestión común a todos. Es importante destacar también el gran potencial de una evaluación consensuada internacionalmente a nivel comparativo, ya que nos permite focalizar como metas sistemas educativos donde las inversiones en TIC estén dando los resultados esperados. Si bien es verdad, cada uno de los instrumentos aportados por estas publicaciones requiere una evaluación y adaptación a las necesidades específicas de nuestros estudios, y es por eso por lo que pensamos que existen estudios focalizados en distintos ámbitos (internacional, europeo, estados iberoamericanos, etc.) pero no dejan de ser una referencia altamente útil para orientar nuestros trabajos dirigidos a evaluar el estado de la integración de las TIC o la evolución de esta ya sea a nivel nacional como local.

 

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