Origen internacional del paradigma de las competencias clave

Javier de
Área de conocimiento
Contexto educativo
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Origen internacional del paradigma de las Competencias Clave de la Unión Europea y cómo afectaría eso a tu trabajo en clase, si lo modificaría y en qué sentido

Las competencias clave se han configurado como una tendencia en la política educativa de la Unión Europea fruto, sin duda, del contexto sociopolítico vigente y de sus demandas educativas y culturales.

A grandes rasgos, el contexto a que hago referencia que motiva necesidad de un cambio de paradigma educativo, podría glosarse en los siguientes rasgos esenciales:

En el primer nivel, tengo que comenzar por la globalización como fenómeno planetario fruto de la generalización de las nuevas tecnologías. En su seno, la integración Europea gran reto en el que 27 países y 500 millones de habitantes desean compartir estrategias de crecimiento económico y bienestar nacional y supranacional. Así, las competencias clave comienzan a gestarse desde el corazón fundacional de la UE, pues fija como objetivo estratégico global: “convertirse en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con mayor cohesión social” (Consejo Europeo, Lisboa, 2000).

En un segundo nivel, tengo que reseñar las estructuras del tejido productivo: El modelo económico imperante, el Neoliberalismo y la sociedad del conocimiento como forma de gestión y transmisión de la información. Ambas configuran como demandas de los mercados y, con ellos, de las formas de trabajo de empresas y entidades, la competitividad y el rendimiento como atributos imprescindibles del quehacer organizacional y el binomio calidad-eficacia como el de diferenciación respecto a otras ofertas.

Estas demandas empresariales reclaman de la escuela un cambio profundo, un verdadero cambio de paradigma. Las clásicas "destrezas básicas" aparecen ya como desfasadas e insuficientes para dar respuestas a un mundo en constante cambio. Empieza a generarse la idea de unas "competencias clave" y la "necesidad del aprendizaje de por vida" (longlife learning) como las piedras de toque de la adaptabilidad del profesional a un entorno en permanente cambio. "Clave" en contraposición a "básicas". Clave como sinónimo de llave, las que permiten el acceso a otros ámbitos diferentes, las que son método, conocimiento en acción.

A partir de aquí, la literatura pedagógica comienza a incluir esta terminología que nos habla de cambio de paradigma: "Key Competences: A developing concept in compulsory education", Eurydice, 2002; "Key competences for lifelong learning. A European reference framework". European Commission, 2004.

Así, la competencia empieza a configurarse como una disposición, una verdadera capacidad adquirida. Le caracteriza su aplicabilidad a las situaciones de la vida ordinaria del estudiante, futuro ciudadano adulto inserto en el mundo laboral en el que continuará el proceso de formación de por vida y haciendo uso de las competencias. Por ello, rápidamente se identifican en la competencia la integración de conocimiento, de destrezas asociadas, de aptitudes inculcadas y trabajadas, de actitudes mostradas y vivenciadas a través de un código de valores. El ejemplo paradigmático del trabajo en competencias es el afrontar una situación problema y ser capaz de resolverla de forma eficaz y creativa.

En suma, las competencias clave nacen y nos ofrecen hoy los fundamentos para vivir en la sociedad del siglo XXI.

Mi trabajo a pie de aula se ve totalmente transformado desde la perspectiva de las competencias clave, bajo todos los puntos de vista, de los cuales señalo algunos:

  • El eje vertebrador del currículo pasa a ser las competencias clave, ni los contenidos, ni siquiera los objetivos, aunque de ninguna manera esto signifique que se trabaje la competencia "en vacío".
  • Rol del profesor: Dejamos de ser guías, para pasar a ser acompañantes de un proceso, del cual el alumnado es el verdadero protagonista.
  • Rol del alumno/a: Como ya he señalado, verdadero protagonista de su propio aprendizaje
  • Metodologías: Con escaso lugar ya para las clases magistrales, deben procurarse verdaderas tareas, configuradas como aprendizaje basado en problemas, con diversas metodologías, ejecutando tareas contextualizadas y que conduzcan a un verdadero producto final, con una integración inteligente de las TICS, el trabajo cooperativo...
  • Evaluación: Requiere, a mi juicio, el cambio más profundo y más delicado del proceso. Evaluar en competencias dista mucho de hacer exámenes y pruebas escritas.

En definitiva, un nuevo paradigma tan apasionante como exigente.