Reflexión: el coste de las etapas de la vida

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Contexto educativo
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      Leyendo la Introducción al Curso Educación en Finanzas para la vida, he encontrado varios temas que me han recordado reflexiones e inquietudes no muy lejanas: 

      Uno de ellos es el tema de las pensiones de jubilación. Por edad me queda lejos el empezar a cobrarla, pero ya he sobrepasado el límite que recomienda crear los planes de pensiones antes de los 30, y no sin que me recomendaran crearlo previamente a esta edad. Por suerte, aunque no recibí educación financiera en el colegio, alguna cosa me indicaron mis padres, que sí parecen tener algunos conocimientos, aunque hayan sido obtenidos por las pruebas de la vida. Ahora me planteo cuanto antes mejor, pero cada vez que he intentado encontrar información sobre ellos, me han parecido complejos productos con explicaciones creo que no al alcance de todos. Me imagino que no seré la única en esa situación, y esto cobra aun más importancia cuando vemos los datos demográficos que nos dicen que cada vez el peso de las pensiones recae sobre menos trabajadores. La pirámide poblacional se ha dado la vuelta. Y esto me lleva al otro tema: el descenso de la natalidad.

      Según la Comisión Europea, la Educación financiera debe ayudar a las personas a planificar decisiones importantes como por ejemplo la de ser padres. Y de esto hablo también en primera persona. No es una decisión financiera, pero sin duda que trastoca todas tus finanzas. Tal y como está el mercado laboral, y no voy a entrar ahora en debate que este asunto también da para mucho, la conciliación familiar y laboral no siempre es posible, y las guarderías (o Escuelas Infantiles) nos echan una mano. Son caras, pero las pagas, mes a mes, como puedes, y después de dos años de guardería te das cuenta de que buena parte de tus ahorros han desaparecido casi sin darte cuenta. Llega mayo, la declaración de la renta, puedes desgravarte una parte, ¡menos mal, una ayudita!, piensas. Y pides a la guardería un justificante de pago del último año. Y al verlo de golpe es cuando da susto: casi 3000€ en un año. Multiplícalo por dos, y ya sabes donde han ido esos ahorros. Lo que te desgravas no llega ni a la cuota de un mes, pero bueno, algo es. Y la inquietante pregunta, ¿si no hubiera tenido algo ahorrado, qué habría pasado?

      No solo es la guardería, los primeros años están llenos de gastos, que no creo que nadie llegue a presupuestar con precisión. Si lo hiciera, seguro que la natalidad bajaba todavía más, y eso que seguro que se dejaba fuera gastos que ni sabes que existen hasta que tienes hijos.

      Creo que por estas cuestiones, y muchas otras, la educación financiera es básica. La conciencia sobre la importancia del ahorro, de la búsqueda de información y de la planificacion a la hora de tomar decisiones.