Ensayo sobre el artículo Valle, J.M., y Manso, J. (2013). Competencias clave como tendencia de la política educativa supranacional de la Unión Europea. Revista de Educación, Extraordinario 2013, pp. 12-33.

Teresa Lenzano
Área de conocimiento
Contexto educativo
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LAS LLAVES MAESTRAS

Dice el dicho que cada maestrillo tiene su librillo… Si bien es cierto que existe el derecho a la libertad de cátedra, los educadores deben tener en cuenta la normativa vigente al realizar sus programaciones y, en especial, al desarrollar su práctica docente. Es importante conocer el origen de las políticas y leyes educativas y entender a qué demanda o necesidad responden, porque así cobrará sentido lo que se haga en el aula. En muchas ocasiones, cambian los papeles, pero la enseñanza continúa igual…

                En la sociedad actual el futuro es incierto. Los niños que hoy están en las clases trabajaran en puestos que aún no existen. A la pregunta ¿cómo hacer que el aprendizaje en las escuelas sea más eficaz? la respuesta que plantea la Unión Europea es que se promueva el aprendizaje por competencias clave y a la largo de la vida (aprendizaje permanente). Ese es el nuevo paradigma educativo, originario del ámbito empresarial, pero que se ha ido transfiriendo a las políticas educativas, por medio de iniciativas como DeSeCo y PISA. Se pretende que abarque el desarrollo personal, social y profesional de cada ciudadano, para que alcance una vida plena y participe activamente en la sociedad.

Ya sea en los documentos como Estrategias de Lisboa (2000) o el informe  Futuros objetivos precisos de los sistemas educativos (2001), la Unión Europea ha ido marcando esa tendencia, de manera supranacional, para establecer un marco común. Así, competencias clave y aprendizaje permanente están presentes en todas las políticas educativas europeas.

                ¿Pero en nuestro país se tiene claro lo qué significa competencia clave? En los últimos años,  la normativa que supuestamente respondía a esa tendencia supranacional (LOE, LOMCE y sus desarrollos) ha llegado a ser errónea al no llegar a comprender realmente el término competencias clave.

De las definiciones de Tardif (2008) y Gordon (2009), queda claro que el concepto de competencia es dinámico y multifacético. Engloba conocimiento, destrezas, habilidades y actitudes en la aplicación práctica de una tarea para la resolución de problemas reales. Es “hacerlo”. Un desempeño que tiene un resultado final claro y observable de conducta. Y la palabra “clave” indica que ese desempeño es necesario para el desarrollo de futuros nuevos desempeños, más complejos. De ese modo, se entiende también la necesidad de aprendizaje constante a lo largo de la vida.

                Por la traducción o comprensión del concepto, en España se introdujo el término “competencias básicas” lo que conllevó al error de pensar que básico significaba sencillo… que una vez adquiridas eran suficientes para el futuro. Lo básico se dio a entender como mínimo y suficiente.

                Otro fallo es equiparar al mismo nivel competencia, conocimiento y actitudes, cuando competencia está a un nivel superior y más complejo. En muchos casos, competencia clave sería una columna más en la programación que ya está redactada de cursos anteriores, sin suponer cambios reales en nuestra forma de enseñar y en el modo de aprender de nuestros alumnos…

                Pero también es cierto que esa exigencia de la sociedad que la UE ya había detectado a nivel global, muchos centros, educadores y familias también la habían advertido… El mundo y los alumnos no son como hace veinte años, por eso la educación debe adaptarse a los nuevos tiempos. Aunque se necesita que la administración educativa elabore un plan que marque de manera clara y coherente el desarrollo de esas políticas, a nivel más local, los colegios pueden avanzar en ese sentido. La necesidad de formación permanente es cada día más clara y la oferta cada vez más diversificada. Aunque hay cierta resistencia al cambio, cada vez más la metodología tanto de aprendizaje como de evaluación se va adaptando a que los alumnos “hagan”, desempeñen… El momento propicio para el cambio es ahora, aprendiendo para enseñar a aprender.

Sería bonito como educador redefinir el concepto “niños llaves” como aquellos que tienen en sus manos la posibilidad de abrir las diversas puertas que se les vayan presentando a los largo de los años, porque en su colegio y contexto les dieron la posibilidad de desarrollar unas “competencias clave” que les permitan, cual llave maestra, solucionar de manera eficaz los avatares de la vida.