Mi reflexión sobre el artículo lo realizaré desde mi experiencia en la enseñanza no obligatoria, desde mi perspectiva como docente de un Instituto de Formación Profesional. Esto me ha permitido tener un contacto estrecho y contínuo con el mundo laboral a través de las empresas en las que nuestro alumnado realiza las prácticas, tanto cuando no eran obligatorias como ahora obligatorias en el módulo de Formación en Centros de Trabajo. Desde mi experiencia, tal y como se apunta en el artículo, la idea de competencias clave viene del mundo laboral, y la experiencia en mi instituto lo corrobora. En nuestro Centro se realizan anualmente reuniones con las empresas que colaboran con nosotros en el módulo de FCT (Formación en Centros de Trabajo). En estas reuniones las empresas siempre nos han puesto de manifiesto que los conocimientos que nuestro alumnado posee cuando van a trabajar a sus empresas,  son en general aceptables, e incluso en algunos casos muy buenos, pero que ven necesario que nuestro alumnado obtenga otra serie de competencias. Los conocimientos técnicos son importantes, pero a veces no es lo más determinante. Cada puesto tiene unas características diferentes, así como la empresa, pero en general necesitan personas que muestren ganas de aprender………, Para algunas empresas el curriculum y la experiencia es importante, pero no lo definitivo. Por esto creo que en el nuevo escenario del mundo actual en el que es necesario e imprescindible que el aprendizaje sea permanente a lo largo de toda  nuestra vida, y que la enseñanza sea capaz de formar personas que estén capacitadas para el mundo actual y sobre todo lo más importante para los cambios que sin duda vendrán, y ser capaz de adaptarse a ellos. Esto es algo que creo que los que estamos en este nivel académico podemos vivir día a día, pero la exposición anterior puede resultar filosófica porque hay un problema cuando es necesario evaluar estas competencias, es decir cuantificar esas competencias y creo que el profesorado no tenemos las herramientas para llevarlo a cabo.

Desde mi punto de vista cualquier propuesta de cambio realizada por la Unión Europea o cualquier otro organismo supranacional, no puede ser entendida como algo que forzosamente debe ser aceptado y aplicado sin tener en cuenta  a las personas a las que va dirigida.  A veces tengo la impresión que las personas que tenemos que poner en marcha estos nuevos retos en educación y posiblemente en otros campos también, somos a los que menos han pedido opinión y no han puesto los recursos necesarios para llevarlos a cabo. Creo que por la situación actual y quizá por la futura todo debe estar adaptado a lo que el mercado laboral demanda y la verdad no creo que ésto sea lo único a tener en cuenta. También creo que los cambios en la enseñanza, siempre bajo el paragüas de la confluencia con UE porque en la UE se hace así …. no permite que nuestras experiencias, tan válidas como las que se realizan en otros países, se pongan en valor y que cada cierto tiempo haya que cambiar , sobre todo sin contar con los que estamos a pie de obra.