Ideas de ¿En qué consiste la educación financiera?
Las ideas que más me han gustado de la introducción del bloque 1 han sido las siguientes.
Al fin y al cabo, la idea de ser responsable, controlar gastos, ahorrar y tomar buenas decisiones no motiva a nadie. Lo que nos motiva es poder alcanzar nuestros sueños, desarrollar nuestras aficiones y vivir la vida que deseamos.
La falta de educación financiera de una persona no solo conlleva el peligro de que adquiera un producto inadecuado. Si no muestra los conocimientos y comprensión necesarios, las propias medidas de protección al inversor pueden excluirle del acceso a productos y servicios que a priori sí podrían beneficiarle.
Los beneficios van más allá de los aspectos económicos. La salud financiera de un individuo afecta a su salud física, su seguridad, su productividad, su autoestima y sus relaciones personales. El estrés debido a problemas financieros está relacionado con mayores niveles de infarto cardíaco, úlceras y otros problemas gastrointestinales, migrañas, depresión y trastornos musculares, y los problemas económicos figuran entre las principales causas de divorcio y separación de parejas.
La educación financiera debe, en el mejor de los casos, formar parte del currículo escolar. Puede ser una asignatura independiente, aunque esto no es necesario; su integración en otras materias como las matemáticas, la economía, las ciencias sociales o la ciudadanía también puede ser eficaz. La educación financiera puede conferir una variedad de contextos de "vida real" en una amplia gama de materias.
En especial ésta:
“Educación financiera no es enseñar a la gente conceptos que desconocen, sino enseñar a los adultos hábitos y comportamientos que actualmente no practican y enseñar a los niños hábitos y comportamientos que deberían practicar.”


