INTRODUCCIÓN

En los últimos años, los avances tecnológicos han puesto a nuestra disposición dispositivos capaces de manejar información digital y, al mismo tiempo, facilitar la movilidad del usuario. Su precio ha disminuido y sus prestaciones han aumentado casi de forma inversa y esto, unido al desarrollo y despliegue de las nuevas redes inalámbricas, hace que se hayan convertido en parte de nuestras vidas.

Además del uso habitual, los dispositivos móviles pueden ofrecer una serie de herramientas que ponen a disposición del usuario una amplia gama de efectos y que pueden incluirse en el proceso de enseñanza y el aprendizaje, consiguiendo que los estudiantes sean capaces de contribuir más activamente en el desarrollo de usos educativos de la tecnología. Para ellos, estos dispositivos ya están relacionados con otros aspectos de sus vidas, por lo que no les resultaría ajeno vincularlos a procesos como el aprendizaje espontáneo, la enseñanza de prácticas o la confluencia con la vida cotidiana.

Sin embargo, aunque estos dispositivos son, como ya he indicado, fácilmente aceptados por los estudiantes y facilitan los procesos de aprendizaje hay que reconocer que son simples conductos y que, aunque ayudan a que las prácticas pedagógicas sean dinámicas, en el fondo ni generan ni producen conocimiento. Esta labor debe seguir correspondiendo al docente quien desde su papel como formador debe incentivar y promoverlos en los espacios académicos.

Como cualquier otra metodología de enseñanza y aprendizaje, el mobile-learning tiene una serie de ventajas e inconvenientes. A continuación paso a enumerar algunos:

VENTAJAS:

• Portabilidad: Un dispositivo móvil (sea Smartphone o Tablet) es compacto y muy ligero, y permite a un estudiante tomar notas o introducir todos tipos de datos directamente en el dispositivo.
• Acceso en  cualquier momento y lugar: Se puede acceder a las lecciones, clips de vídeo y bibliotecas de audio desde cualquier lugar, incluso en los lugares públicos y los autobuses y trenes en movimiento.
• Horarios flexibles de aprendizaje: Los estudiantes pueden acceder al sistema en cualquier momento (24 horas al día, 7 días de la semana) y desde cualquier lugar lo que supone una  gran ventaja. Además, el apoyo del docente no está limitado al aula y a las horas lectivas sino que se extiende en el tiempo y en el espacio.
• Factor psicológico: El hecho de poseer  y poder usar dispositivos móviles aumenta la motivación de los estudiantes y el compromiso de utilizarlos para aprender con ellos, no hay que olvidar que la presente generación de estudiantes tiene una relación especial con estos dispositivos. Además, el material de aprendizaje es más visual y atractivo, lo que puede llevar a los estudiantes a ir y venir y practicar más.
• Ritmo propio de aprendizaje: Los estudiantes que tengan problemas de aprendizaje pueden avanzar a su propio ritmo sin que  los que captan las ideas más rápido no tengan que ralentizar el suyo.
• Interacción con otros estudiantes y profesores: Es un hecho aceptado que el aprendizaje se hace más fácil cuando se comparte la información y las preguntas contestadas a través de una especie de estudio combinado. Además, permite que  varios estudiantes trabajen juntos en tareas comunes incluso desde distintos lugares.
• Más asequibles: Es un hecho que aunque el rango de precios es muy amplio, la mayoría de los dispositivos móviles  tienen un precio menor que los sistemas más grandes, y ya hay un porcentaje importante de la población que los posee.
• Ahorro: Otra ventaja es un gran ahorro en el coste de los materiales de aprendizaje y también en los desplazamientos.

INCONVENIENTES:

• Tamaño de pantalla: La portabilidad implica un tamaño limitado, por lo que el alumno tiende a trabajar inclinado sobre la pequeña pantalla de un smartphone o tablet. Esto puede acarrear problemas de ergonomía.
• Capacidad de almacenamiento: Comparado con sus “hermanos mayores” las capacidades de almacenamiento de los dispositivos móviles son limitadas. Aunque el almacenamiento en la nube alivia esta deficiencia, el número de aplicaciones instaladas en el dispositivo es muy limitada.
• Batería: Cualquiera que tenga un dispositivo  móvil sabe que la duración de la carga  de la batería y  los cambios de las mismas por agotamiento son una molestia.
• Ausencia de una plataforma de hardware común: Aunque Android, como sistema operativo móvil, está bastante extendido, no funciona igual en todos los dispositivos y es frecuente la incompatibilidad de aplicaciones. Esto hace que sea muy difícil el desarrollo de contenido para su uso por todos.
• Rápida obsolescencia: Cada vez más rápidamente los dispositivos quedan obsoletos rápidamente y los estudiantes pueden ser las víctimas de esa obsolescencia, al comprobar cómo sus dispositivos han dejado de serles de utilidad en un plazo de menos de dos años.
• Ancho de banda inalámbrica limitado disponible en los centros: Y reduciéndose cada vez más con el aumento del número de usuarios.
• Facilidad de distracción: La versatilidad de los dispositivos móviles, una de sus ventajas, es también uno de sus inconvenientes, puesto que supone una tentación para los estudiantes que, con frecuencia, abandonan la tarea para centrar su atención en otra cosa.
• Excesiva dedicación: El docente puede llegar a dedicar prácticamente todo el día a la atención a los estudiantes, lo que puede llegar a “quemarlo.

En conclusión, señalar que como  sociedad, hemos llegado a depender de la tecnología en nuestra vida cotidiana y, por supuesto esta dependencia está llegando también a la educación.  El mobile learning ofrece una respuesta razonable a esta dependencia y en consecuencia su implantación está creciendo, no sólo en la educación reglada, sino también en su uso comercial y personal. Mientras que la tecnología siga creciendo y ofreciendo nuevas funcionalidades, iremos descubriendo a la vez formas en las que podamos utilizarla. Y eso no deja de ser un reto apasionante.