La historia de los juegos tradicionales se remonta a tiempos muy antiguos, incluso antes de que existieran los juguetes modernos o los videojuegos. Desde las primeras civilizaciones, los niños y niñas jugaban con lo que tenían a su alrededor —piedras, palos, semillas o huesos— y así fueron creando formas de diversión que también servían para aprender y convivir. 👉 Origen y evolución: En la Antigüedad, los juegos eran una forma de preparación para la vida adulta: enseñaban habilidades como la fuerza, la agilidad o la estrategia. En las culturas indígenas y campesinas, los juegos se relacionaban con la naturaleza y las costumbres del lugar. Con el tiempo, esos juegos se fueron transmitiendo de generación en generación, manteniéndose vivos gracias a la tradición oral y a la convivencia familiar y comunitaria. Aunque hoy existen muchos juegos digitales, los juegos tradicionales siguen siendo una parte importante del patrimonio cultural de los pueblos, porque reflejan sus valores, su historia y su forma de entender la vida.     Antes de iniciar la clase sobre los juegos tradicionales, es importante conocer qué experiencias previas tienen los niños con este tipo de juegos. Muchos de ellos han participado en actividades que sus padres o abuelos también jugaban, aunque quizá no sepan que se tratan de juegos tradicionales. Al preguntarles, los niños suelen mencionar juegos como: La cuerda o saltar la soga La rayuela o avioncito El trompo Las canicas o bolitas El escondite La lleva o las cogidas El ensacados o carrera de sacos La gallinita ciega A través de estas vivencias, se puede observar que los niños conocen y practican algunos juegos tradicionales, especialmente aquellos que implican movimiento, competencia y diversión en grupo. Sin embargo, también se nota que muchos han reemplazado estos juegos por actividades tecnológicas, como los videojuegos o el uso del celular.       También se los conoce como juegos tradicionales o populares, y forman parte del patrimonio cultural de un pueblo, porque reflejan sus costumbres, valores y formas de convivencia. 👉 Características principales: No necesitan tecnología avanzada ni materiales costosos. Se juegan en grupo, al aire libre o en espacios abiertos. Fomentan la creatividad, la cooperación y el compañerismo. Se aprenden observando y participando, no en libros ni clases formales.