En primer lugar, quisiera centrar mi reflexión en el modo en que se propone este paradigma a la luz de los informes internacionales de evaluación, vistos los resultados de los cuales, las administraciones tratan de dar respuesta desde el ámbito de la Unión Europea. El sentido que pretende tener en cuenta el paradigma en cuestión y las causas que justifican su aparición, están en relación con las nuevas demandas de la sociedad contemporánea, entre ellos, la globalización, el multiculturalismo, las tecnologías de la educación o la búsqueda de la eficiencia entre otros. 

                En muchos casos se observa que la teoría política y la práctica ciudadana, no han ido de la mano y por tanto, los cambios no se han materializado; en consecuencia es necesario que se coordinen ambos procesos, para que el aprendizaje basado en competencias y las propias competencias clave, no queden siendo consideradas como meros términos técnicos, impuestos por las ocurrencias políticas y por el contrario puedan llegar a ser una realidad en los centros y en las aulas.

                Por otro lado, es necesario matizar que el amplio sentido del término competencias clave propuesto por la Unión Europea, tampoco está siendo trasladado de forma totalmente acertada en la concreción que de él se está haciendo por parte de los legisladores españoles en materia educativa, ya que tanto la LOE como la LOMCE, se recogen con el término competencias básicas, que hace mirar más atrás en el tiempo y volver a los enunciados de la LOGSE, sesgando de su significado el carácter dinámico que el término competencias clave le otorga.

                A la hora de materializar el trabajo en el aula, habrá que tener en cuenta aspectos de organización y de desarrollo en todos los momentos de proceso de aprendizaje. En un primer momento, es muy necesaria la formación del profesorado en esta materia, ya que hemos de hacer un esfuerzo por emprender un cambio en nuestra propia mentalidad de docentes. La apertura a nuevos métodos ha de ser nuestra guía de búsqueda de recursos. La innovación educativa es algo a lo que tendríamos que agarrarnos si queremos optimizar las herramientas y la interiorización de las bondades del aprendizaje por competencias ligado al aprendizaje permanente habrán de ser parte de nuestra reflexión.

                Para  programar y concretar las competencias clave, se han de tener en cuenta sus tres dimensiones: cognitiva, instrumental  y actitudinal. No se trata sólo de cambiar los enunciados de los objetivos en competencias clave, sino un trabajo diferente en el que esas dimensiones supongan un resultado concreto en las tres áreas de realización de los educandos: personal, social y profesional.

                Personalmente creo que para materializar en el aula este trabajo, no basta con que un profesor quiera dar el paso, sino que requiere el compromiso del conjunto del claustro, para poder  romper en el alumnado con una dinámica que conlleva no sólo el trabajo particular sino también el modo de evaluación. Por el contrario, estoy tratando de dar algunos pasos que me lleven hacia las nuevas propuestas, como algunos intentos de trabajo cooperativo y el uso de medios digitales.  Así mismo, el claustro está proponiendo para el próximo curso, la autoformación en competencias, que más pronto que tarde nos ayude a poder ponerlo en práctica.

                Por último señalar que obviamente, todos estos cambios a los que se hace referencia, por ahora, están a un nivel muy teórico, puesto que aún no he encontrado propuestas prácticas globales  que poder llevar a concreción con los alumnos. Espero a lo largo de esta formación ir aterrizando en modos de poder hacerlo.