Noches blancas: Inquilino tontea con Nastenka
Noches blancas: El inquilino la consuela
Noches blancas: Esperando al inquilino
Noches blancas: El inquilino no se presenta
Noches blancas: Deja salir sus sentimientos
Noches blancas: Nastenka se marcha con el inquilino
Noches blancas: Leyendo la carta de Nastenka
La importancia de llamarse Ernesto: La entrada de Ernesto
La importancia de llamarse Ernesto: Una pitillera comprometida
La importancia de llamarse Ernesto: Amor
La importancia de llamarse Ernesto: Una lista de preguntas
La importancia de llamarse Ernesto: Ernesto no ha muerto
La importancia de llamarse Ernesto: Mejor la semana que viene
La importancia de llamarse Ernesto: Diarios
La importancia de llamarse Ernesto: Malentendido
La importancia de llamarse Ernesto: Pasteles compulsivos
La importancia de llamarse Ernesto: Pillados
La importancia de llamarse Ernesto: Abandonado en consigna
Trafalgar: Juegos en La Caleta
Trafalgar: La llegada de mi tío
Trafalgar: No, no irás a la escuadra
Trafalgar: Honor nacional
Trafalgar: Durante el paseo, planeamos la huida
Trafalgar: Aviso de embarque
Trafalgar: La visita de Churruca
Trafalgar: Santísima Trinidad, gran barco
Trafalgar: Estrategia del combate
Trafalgar: Los ingleses asedian al Santísima Trinidad
Trafalgar: Terror en el Santísima Trinidad
Trafalgar: Muerte de Nelson
Trafalgar: El Santísima Trinidad se va a pique
Trafalgar: Churruca es alcanzado por una bala
Trafalgar: Santa Ana traba una nueva lucha
Trafalgar: El navío Rayo intentará arribar en Cádiz
Trafalgar: No me abandones
¡Ay, Carmela!: Escenario vacío