Encélado

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Encélado es el sexto satélite más grande de Saturno con unos 500 km de diámetro,8 aproximadamente la décima parte del de Titán, el mayor satélite saturniano. Está cubierto por una capa de hielo reciente y limpio que refleja casi toda la luz solar que incide sobre él, por lo que la temperatura superficial solo alcanza los –198 ℃ a mediodía. A pesar de su pequeño tamaño, tiene una amplia variedad de rasgos superficiales que van desde regiones antiguas y craterizadas a terrenos jóvenes y deformados tectónicamente que se formaron hace apenas 100 millones de años.

Fue descubierto el 28 de agosto de 1789 por William Herschel, pero se sabía muy poco de él hasta que las Voyager pasaron muy cerca a principios de los ochenta del siglo XX.9 En 2005, la sonda Cassini comenzó una serie de sobrevuelos que revelaron mayores detalles. En concreto, descubrió penachos ricos en agua en el polo sur.10 Los criovolcanes cercanos al polo sur expulsaban al espacio en forma de géiseres chorros de vapor de agua, otras sustancias volátiles y material sólido que incluía cristales de cloruro sódico y partículas de hielo, con tasas de expulsión de hasta doscientos kilogramos por segundo.11 Se han identificado más de cien géiseres.12 Parte del vapor de agua cae de nuevo en forma de nieve; el resto escapa y suministra la mayor parte del material que constituye el anillo E.13 Según científicos de la NASA, la composición de los penachos es similar a los cometas.14 En 2014, la NASA informó de que había encontrado pruebas de la presencia de un gran océano subsuperficial de agua en el polo sur de unos diez kilómetros de espesor.15

Se encuentra en resonancia orbital 2:1 con Dione, situación similar al caso de Io y Europa, lo cual pudiera proveer la energía necesaria para calentar levemente este satélite, aunque la causa (o causas) del calentamiento de Encélado es un tema de investigación; de hecho, la producción de calor en el polo sur de este satélite es de casi 16 megavatios, diez veces más de lo que se pensaba, y cuyo origen es desconocido por ahora.16

Debajo de la superficie del satélite existe un océano global de agua líquida, como una capa entre el hielo de la superficie y el núcleo rocoso. Probablemente es calentado por muchas fuentes hidrotermales, lo que despierta gran interés al existir las condiciones necesarias para la vida.

En abril de 2017 la NASA notificó que en la superficie del satélite existen géiseres y fumarolas que expulsan vapor de agua desde su océano. Según los científicos este vapor expulsaría elementos químicos entre los que se encuentra el hidrógeno, lo que haría factible la posibilidad de vida microbiana.17 18