Bernardo de Gálvez y Madrid, que así se llamaba nuestro personaje, se decantó siendo un niño por la milicia y con solo 16 años ya participaba en su primera campaña militar. Combatió en tres continentes y con 30 recién cumplidos fue nombrado gobernador de Luisiana, donde también demostraría sus grandes dotes como estadista. Pero serían su apoyo a los colonos norteamericanos, en su lucha por independizarse de Gran Bretaña, y, sobre todo, sus decisivos triunfos sobre las tropas inglesas en Luisiana y Florida, con los que se ganaría el respeto, la admiración y el eterno agradecimiento de los padres fundadores de los Estados Unidos.