La gorgona número 12
EUGENIO FOUZ
‘había un ángel inocente / saltando a la comba con una culebra’ (GLORIA FUERTES)
Ya era otoño y los chavales parecían cansados. El profesor hablaba de la importancia de la lectura. Leía tranquilo las primeras líneas del texto: “Quería olvidar unos amores desgraciados, y pensé recorrer el mundo en romántica peregrinación. ¡Aún suspiro al recordarlo! Aquella mujer tiene en la historia de mi vida un recuerdo galante, cruel y glorioso, como lo tienen en la historia de los pueblos Thais la de Grecia, y Ninon la de Francia. Esas dos cortesanas menos bellas que su destino.”* mientras observaba la desgana de algunos alumnos al fondo de la clase. Quería seguir leyendo, pero tuvo la impresión de que casi nadie prestaba atención. Dejó de leer. Miró hacia el suelo y se sentó un instante. Se vio a sí mismo en la escuela hace años. Recordó el respeto hacia los profesores y la escuela ¡Cómo había cambiado todo tanto! ¡Qué pena! El ruido, las voces y los gritos rompieron el ensimismamiento del hombre que volvió a la situación incómoda de estar en el mismo lugar que adolescentes molestos por verse obligados a permanecer en el aula. 

La próxima clase quiso atraer a esos mismos alumnos a la lectura facilitando el acceso a una literatura mínima de textos muy breves, brevísimos: los microrrelatos. Empieza el profesor definiendo el género literario y sus características. Un microrrelato es un relato extremadamente corto. En el microrrelato se cuenta una historia con el menor número de palabras posible y la clave de este género consiste en la necesidad de leerlo dos veces para llegar a entenderlo. El microrrelato se convierte en un desafío, una especie de acertijo. Leyó al menos 3 microrrelatos en voz alta. Los alumnos estuvieron en silencio. Maravillados. Luego les leyó un cuarto y les rogó que prestasen mucha atención. 

‘Pude verla en la ventana. Fue tan sólo un momento, pero eso solo bastó para este hombre enamorado. 
Le sonreí y la saludé, y pude notar terror en ella cuando me vio. 
La comprendo. 
Ella vive en el octavo piso, 
y para poder verla…
tuve que saltar desde el doceavo.’
(SANTIAGO PEDRAZA)

El microrrelato merece ser leído. Solo que contiene un error semántico gravísimo. Uno a uno los alumnos levantan la mano para identificar el error. El profesor no lo desvela. Aprovecha ese instante para recordar la importancia de ir a clase, prestar atención y estudiar. Les recuerda además que deben seguir siempre las indicaciones del profesor para evitar un fallo garrafal en un artículo de opinión o una novela que podrían escribir a lo largo de su vida siendo adultos. Aprender o no aprender sin mandangas. Al parecer, el autor del microrrelato de ahí arriba faltó a clase el día que explicaron los números ordinales o peor aún,  estando en el aula no prestó atención a su profesor. El  buen lector ama la calidad literaria y desprecia a la gorgona número 12
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Sonata de estío, RAMÓN DEL VALLE-INCLÁN *
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El Nacional (Caracas, VENEZUELA)
lunes, 10 de noviembre de 2025