Educar a través de los juegos interactivos es posible. Cada vez es más común ver a niños de cualquier edad jugando con tabletas y con dispositivos móviles con gran facilidad y soltura. Lo difícil para muchos padres, que se preguntan si el uso de los juegos interactivos es bueno o no, es saber los límites de uso de estos juegos y si pueden ser beneficioso o no. En este artñiculo espero echaros una mano a saber cuales son los patrones y qué características debemos tener en cuenta a la hora de elegir una app educativa.

El mercado de las apps educativas está muy fragmentado y hay una variedad enorme en la que es muy difícil reconocer y detectar cuales son las aplicaciones para la enseñanza de los pequeños.

Para estar seguros de que la aplicación no es perjudicial para los niños debemos seguir las siguientes recomendaciones principales:

Evitar la publicidad

Comprobar que la aplicación no tiene publicidad. Es difícil controlar la publicidad y puede que el niño vea anuncios que no son adecuados para el. Además, si el niño juega sólo puede que pinche en los anuncios accediendo a contenido que no debe ver.

No debe haber compras integradas

Es importante que no haya compras integradas en la aplicación. Si hay compras o hay funcionalidades que son para adultos, debéis comprobar que estas están protegidas para niños pequeños mediante preguntas o claves que no sepan responder y así se permita sólo el acceso a los adultos.

Contenido diseñado por pedagogos y psicólogos

Debemos comprobar que detrás de la aplicación no sólo hay un grupo de desarrolladores de aplicaciones, sino que hay un equipo de psicólogos y pedagogos que son los que nos asegurarán que nuestras apps han sido diseñadas atendiendo a patrones educativos.

Aplicaciones diseñadas por edades

Atender a la edad para la que está preparado el juego es muy importante. Los juegos interactivos pueden tener diferentes dificultades que para algunos niños pueden ser muy complejas mientras que para otros más adultos serán más sencillas. Tenemos que tener en cuenta que en niños entre 3 y 12 años un año de diferencia es un gran salto y el plantear acertijos o actividades a niños de 3 años que son para niños de 5 puede generar frustración.

Aplicaciones configurables para las habilidades de cada jugador

Aquellos juegos que abarquen un abanico de edad amplio, por ejemplo, de 3 a 12 años, deberán permitir la posibilidad de configurar la aplicación a la edad del niño para evitar el problema descrito en el punto anterior.

Teniendo en cuenta estos criterios principales será mucho más fácil para los padres acertar en las aplicaciones educativas más útiles para sus pequeños.

Como siempre, será bueno que los padres jueguen con los niños para que puedan chequear y supervisar el desarrollo del niño con el juego, así como pasar un rato más de entretenimiento con sus niños.

¿Creéis que hay alguna punto más a tener en cuenta para elegir un buen juego interactivo educativo? Sería muy bueno poder saber qué opináis y cuales son las cosas que más os preocupan de las nuevas tecnologías y la educación infantil.

Más información: www.smileandlearn.net