1.1.- Las competencias clave
1.1. LAS COMPETENCIAS CLAVE
Considero que es importante ajustar la concepción de las competencias a nivel europeo para que todos los estados miembros caminemos en una misma línea y con las mismas políticas educativas, de este modo, se comprende mejor el marco en el que surge el paradigma del aprendizaje por competencias.
Además de esto, pienso que la parte más importante y que puede ofrecer mayor dificultad es conseguir llevar a la práctica las competencias clave en el contexto en el que se exponen dentro de la Unión Europea, donde el concepto “clave” adquiere otro significado al que estamos acostumbrados con nuestra normativa estatal, competencias “básicas”. Este último concepto parece insuficiente tras conocer el verdadero significado de la palabra “clave”.
Si tenemos en cuenta la importancia del aprendizaje permanente, resulta necesaria la aplicación de competencias clave en el desarrollo de un aprendizaje más eficaz que atiende a las necesidades de la sociedad contemporánea. Hay que tener en cuenta que si buscamos eficiencia, tenemos que adaptarnos a la sociedad actual y que este aprendizaje por competencias responda a las necesidades de los cambios y fenómenos de nuestra sociedad como son la globalización, el multiculturalismo, las tecnologías de la comunicación, la explosión de información, etc.
Se enfocan las competencias clave como un conjunto de conocimientos, habilidades o destrezas y actitudes que se lleva a la práctica como una resolución a problemas que surgen en la vida real.
Este aspecto es muy destacable porque difiere del aprendizaje que todavía se lleva a cabo (en general) y que utiliza metodologías más tradicionales que, en muchas ocasiones no atienden a estas necesidades reales. Por ello, me parece muy importante que nuestra mentalidad cambie para llevar acabo el proceso de aprendizaje a un enfoque basado en el aprendizaje por competencias clave.
Este modo de plantear el aprendizaje considero que requiere de una buena formación del profesorado para poder llevarlo a la práctica en el trabajo diario, aunque es una tarea que requiere la colaboración y esfuerzo de todos los miembros de la comunidad educativa.
Pienso que una vez adquirida la formación requerida se debería llevar a cabo en el aula, lo que supondría una considerable modificación en varios aspectos del proceso educativo como son las cuestiones relativas a programaciones, unidades didácticas, etc. y cuestiones como la metodología utilizada en aula, el enfoque de objetivos, la transversalidad de materias, etc. El alumno sería el protagonista de su propio aprendizaje, capaz de resolver problemas de su vida de real, por lo que habría que tratar de contextualizar cada una de las materias en la vida real de un modo más emprendedor y acorde a la sociedad.
Quizás nos parece algo lejano a nuestra práctica, pero muchas de estas ideas ya las aplicamos de alguna manera. En mi caso en concreto, en la asignatura de Educación Plástica y Visual, siempre se ha tratado de contextualizar los contenidos y conocimientos en la vida real y de una forma transversal a otras materias. De esta forma, el alumno desarrolla su creatividad, aprende a ser crítico y reflexiona, conoce su entorno y es capaz de observar, analizar, reflexionar, etc.


