Actividad 1.1
Reflexiones sobre el origen internacional del paradigma de las Competencias Clave de la Unión Europea y cómo afectaría eso a tu trabajo en clase, si lo modificaría y en qué sentido:
¿Cómo surge la terminología de Competencias Clave?
Las Competencias Clave suponen un nuevo paradigma pedagógico para enmarcar la acción docente en la educación del siglo XXI. Es un paradigma que surge de las tendencias educativas supranacionales (OCDE, Unión Europea), que se instala en nuestro país con la LOE (2006) y sigue presente en la actual ley educativa (LOMCE, 2013).
Este paradigma educativo no proviene exclusivamente de la Unión Europea, sus orígenes no son educativos, no se ubica inicialmente en la educación obligatoria, en realidad se comienza a utilizar en el ámbito de la Formación Profesional, más cercano al mercado laboral. El principal elemento que explica este cambio son las nuevas demandas de la sociedad contemporánea, una sociedad en las que destacan la globalización, el multiculturalismo, las tecnologías de la comunicación …, todo esto deriva en una sociedad del conocimiento y la educación debe dar respuesta a todos ellos pese a su complejidad.
Quizás el mayor cambio que la LOE incorporaba en el sistema educativo, en aquel lejano 2006, fueron las Competencias Básicas. Tras más de 8 años con nosotros y nosotras, las Competencias Básicas llegan a su fin. Nacen las Competencias claves. ¿Supone algún cambio práctico esta nueva denominación? No, sencillamente se intenta ser más fiel a la denominación original propuesta por Europa: Key Competences.
Ya a principios de 2014 el Real Decreto 126/2014, que establecía el currículo básico, anunciaba la incorporación de las Competencias Clave como elemento curricular y con la publicación de los currículos autonómicos, se confirma el cambio de terminología.
Las competencias se definen como una combinación de conocimientos, capacidades y actitudes adecuadas al contexto. Las competencias clave son aquéllas que todas las personas precisan para su realización y desarrollo personales, así como para la ciudadanía activa, la inclusión social y el empleo. Dados los nuevos retos que la globalización sigue planteando a la Unión Europea, cada ciudadano requerirá una amplia gama de competencias para adaptarse de modo flexible a un mundo que está cambiando con rapidez y muestra múltiples interconexiones.
El marco de referencia establece ocho competencias clave:
1. comunicación en la lengua materna;
2. comunicación en lenguas extranjeras;
3. competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología;
4. competencia digital;
5. aprender a aprender;
6. competencias sociales y cívicas;
7. sentido de la iniciativa y espíritu de empresa, y
8. conciencia y expresión culturales.
Las competencias clave se consideran importantes, ya que cada una de ellas puede contribuir al éxito en la sociedad del conocimiento. Muchas de las competencias se solapan y entrelazan: determinados aspectos esenciales en un ámbito apoyan la competencia en otro. La competencia en las capacidades básicas fundamentales de la lengua, la lectura y la escritura, el cálculo y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) constituyen el fundamento esencial para el aprendizaje, mientras que todas las actividades de aprendizaje se sustentan en la capacidad de aprender a aprender. Hay una serie de temas que se aplican a lo largo del marco de referencia y que intervienen en las ocho competencias clave: el pensamiento crítico, la creatividad, la capacidad de iniciativa, la resolución de problemas, la evaluación del riesgo, la toma de decisiones y la gestión constructiva de los sentimientos.
Las competencias clave no representan sólo nuevas relaciones de destrezas; van asociadas a una sustantiva actualización metodológica. Guiar y evaluar los procesos de aprendizaje en este enfoque comportan cambios en la actividad docente. Al igual que ocurre en otras profesiones que están viviendo sustanciales reformas de su quehacer profesional, la formación inicial y el perfeccionamiento del profesorado van a exigir una reorientación significativa y habrá de ir acompañada de materiales de apoyo y orientación que faciliten los necesarios cambios.
No cabe duda que el aprendizaje basado en competencias y las propias competencias clave son conceptos y cambios políticos profundos que están siendo tema de debate para gran parte de la comunidad educativa, mientras que para unos no se introducen grandes novedades, nada es nuevo y el aprendizaje por competencias se lleva haciendo desde hace décadas y no es más que un cambio terminológico, para otros es un planteamiento teórico nuevo y que puede suponer mejoras y adecuar de forma real nuestro sistema educativo al aprendizaje por competencias y, en especial, a la adquisición de competencias clave por parte de todos los ciudadanos de la Unión Europea al término de su educación obligatoria.


