Vivimos en una sociedad en la que la publicidad impregna todos los ámbitos de nuestra vida. Desde la escuela, debemos capacitar a nuestro alumnado para desenmascarar los trucos publicitarios a los que se ven expuestos continuamente y a que, de forma crítica y responsable, sean capaces tanto de elegir los productos que se adecúen a sus intereses y necesidades, como de utilizar esos conocimientos en su propio beneficio.