El viejo y el mar: El viejo recogiendo los aparejos
El viejo y el mar: Charlando en la terraza
El viejo y el mar: Regresa a la cabaña
El viejo y el mar: Soñando con los leones blancos
El viejo y el mar: Parte a la jornada
El viejo y el mar: El viejo ve una fragata
El viejo y el mar: Encuentra un banco de peces
El viejo y el mar: El viejo tira con fuerza del sedal
El viejo y el mar: Sigue la lucha con el pez
El viejo y el mar: Reponiendo fuerzas
El viejo y el mar: El pez se muestra frente al viejo
El viejo y el mar: Cielo y mar
El viejo y el mar: Gateando con sigilo
El viejo y el mar: Continúa la encarnizada lucha
El viejo y el mar: El pez pasa bajo la lancha
El viejo y el mar: Último aliento
El viejo y el mar: Dos tiburones lo persiguen
El viejo y el mar: Lucha por conservar su pieza
El viejo y el mar: Los tiburones devoran el pez
El viejo y el mar: El viejo se resiste
El viejo y el mar: Los marineros asombrados ante el tamaño del pez
La importancia de llamarse Ernesto: La entrada de Ernesto
La importancia de llamarse Ernesto: Una pitillera comprometida
La importancia de llamarse Ernesto: Amor
La importancia de llamarse Ernesto: Una lista de preguntas
La importancia de llamarse Ernesto: Ernesto no ha muerto
La importancia de llamarse Ernesto: Mejor la semana que viene
La importancia de llamarse Ernesto: Diarios
La importancia de llamarse Ernesto: Malentendido
La importancia de llamarse Ernesto: Pasteles compulsivos
La importancia de llamarse Ernesto: Pillados
La importancia de llamarse Ernesto: Abandonado en consigna
Trafalgar: Honor nacional
Trafalgar: Estrategia del combate
Trafalgar: Los ingleses asedian al Santísima Trinidad
Trafalgar: Muerte de Nelson
Trafalgar: Santa Ana traba una nueva lucha
¡Ay, Carmela!: Una visión
¡Ay, Carmela!: No me dejes