Reflexión sobre las Competencias Clave y su aplicación al aula.

Alberto Garcia

Como reflexiones al documento publicado en el curso #CClave, entiendo estas competencias clave como una herramienta, o forma de actuar, o tecnología o know-how, en la aplicación del talento personal, o al menos como una forma de poder desarrollarlo, y para nosotros profesores, aproximarnos también a nuestras propias competencias clave como herramienta, vehículo conductor o modelo facilitador para estar atentos a nuestro propio cambio, adaptación y evolución de nuestro talento para poder potenciar el de los educandos.

Como origen a las #CClave, entiendo una cierta lógica venida desde el mundo empresarial. Si el objetivo de la educación se ciñe estrictamente a lo que es competencias para un “correcto” saber hacer empresarial, es lógico que se demande cambio en las habilidades adquiridas, pues todos sabemos que los educandos tradicionalmente “terminan” su educación con una serie de conocimientos técnicos o no pero que se limitan a una normativa o contenidos marcados sin que se tengan en cuenta realmente la demanda de conocimientos o habilidades que hacen falta para un correcta, o al menos, adecuada inserción, y adaptación al cambiante mundo laboral.

Por ello opino que no se debería ceñir el desarrollo de las competencias clave a una mera herramienta para saber “navegar” por el mundo laboral, si no como un conjunto de habilidades que se pueden organizar de diferentes maneras y enfoques, y que faciliten al educando, y al educador, la posibilidad de distinguir diferentes opciones para los educandos y para los educadores mismos. De tal forma que las personas de esta sociedad puedan disponer de estas habilidades, y la forma de aplicarlas a su vida, facilitándoles a la vez una vida más placentera, eficaz y eficiente, disponiendo así de energía para aplicarla en más ámbitos vitales y poder disfrutar de diferentes posibilidades, con menos carga negativa de trabajo, menos preocupaciones al poder organizar sus propios procesos de manera diferente y un abanico más amplio de opciones que facilite una evolución más segura tanto laboral, como personal en todos los ámbitos.

En cuanto a la aplicación a los educandos, me gustaría reseñar, que en el ámbito de la educación he descubierto la necesidad de compartir experiencias, al tiempo que contenidos técnicos, con mis educandos. De hecho, el compartir experiencias relacionadas con los contenidos técnicos, de tipo vivencias laborales y no laborales, de viajes y otras experiencias que se pueden considerar más personales, donde he puesto de manifiesto el conocimiento y desconocimiento de las competencias propias, el desconocimiento de las condiciones que podían en ese momento estar teniendo un efecto directo sobre mi “mapa” o situación personal, provocando una idea más o menos acertada del entorno de la situación, y cómo he evolucionado, qué problemas o trabas has descubierto y cómo me he colocado o posicionado para superarlas o no superarlas, y sobre todo, qué límites he descubierto en las propias competencias es para mí, a su vez, una competencia de competencias, que puede desplegarse dentro o englobando las 8 básicas que la UE describe. Por ello hago hincapié en la necesidad de hacerse uno mismo consciente de la propia organización uso y planteamiento que se haga de las propias competencias. De esta manera se pueden facilitar oportunidades tanto laborales como personales que antes eran menos accesibles o completamente inaccesibles. Este es para mí el núcleo de la cuestión, ofrecer al alumnado y a uno mismo como formador, opciones más útiles e interesantes al hacer mejor uso de las competencias.